lunes, 10 de abril de 2023

ARTURO




Se fué despacio, con delicadeza, como fué en su vida, tranquilo, sosegado, paciente, entrañable esposo, padre entregado, compañero y amigo del alma , maestro en su profesión, elegante hasta el detalle, divertido en su charla que animaba con su poderoso sentido del humor capaz de convertir en agradable para él lo más insoportable para nosotros. Aprendí muchas cosas de él y junto a él. De su rostro amable tomé esos gestos que te hacen comprensivo a las emociones y a las necesidades de los demás. De su sencillez la naturalidad y espontaneidad sin ostentaciones. Cuantas inolvidables conversaciones divertidas y también profundas sentado en el sillón acariciado por las tijeras y el peine que con su mano delicada recorrían mi cabeza mientras me cortaba el pelo. Dicen que el disfrute de las cosas buenas en la vida se multiplica cuando lo compartes con las personas sensibles. Así las compartí durante muchos años con él y con su familia, innumerables momentos que no volverán porque con Arturo los momentos se hacían irrepetibles. Estos días durante la noche me despierto y pienso en él y sueño, ya que no puedo de otra manera, que en algún lugar volveré encontrarlo, y disfrutarlo, y abrazarlo.

EL FASTUOSO RUIDO ENSORDECEDOR DE LA MUERTE

  Conocí a Radi en la embajada de Jordania en Madrid. Era un beduino alto y fornido que inspiraba confianza con su rostro siempre sonriente ...