En el silencio eterno,
entre sombras y susurros,
camino entre tumbas,
historias sin fin,
el tiempo se detiene
y la vida se toma.
En cada lápida un sueño
sepulturas de nombres
susurros de almas
que el viento levanta
como hojas de pena,
en cada mármol una flor marchita
en cada rincón la muerte es la prisa.
Oh Dublin, un eco de risas,
un recuerdo febril
paseando entre tumbas
soñando con la vida
viviendo el momento.