un suspiro sencillo, una luz brillante que ilumina mis días.
Tu voz fue la brisa que acaricia la arena,
y en mi memoria siempre serás un invierno, Pepe.
Así, en el viaje de la vida, continuaré con tu recuerdo
como faro que guía mi caminar.
En la curva sinuosa, un susurro, el camino de Agones a Escoredo, donde el bosque abraza el valle, y la paz se asienta en el aire. Una...
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