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lunes, 18 de febrero de 2013

LA VIDA SOLUCIONADA, el making of

 
  Aquel día nos levantamos todos   muy temprano, más  que de costumbre. Estábamos convocados para las ocho de la mañana  así que acudimos a las cita a punto de reloj. No sucede muy a menudo que La isla se convierta en un plató;  no es un hablar por hablar no, aun perduran en nuestras memorias aquellos emocionantes días en los que Garcí rodaba por caleyas y garitas para nuestro desatendida  diversión y solaz  .Iban a grabar un corto. Un videoclip para promociónar el nuevo trabajo de nuestro cantautor, corío de adopción, Pablo Moro. No se si la casualidad, si el amable día que amaneció de este intempestivo febrero, si la propia convocatoria o si sucedió que mi querido amigo Carlos, hombre de afectos, desde alguna parte puso su grano de arena para alegrar el día de su hijo, lo que hizo que fuésemos muchos los convocados aquel día. Tantos que hasta Luis se las vió y se las deseó para poder atender como Zeus manda las atestadas mesas de la Churrería a la hora del vermut.Amaneció rojo en la garita mientras la chica del gramófono espléndida, el tio del saco inquietante y los soñolientos niños en en la Plaza del Horrón aguardaban para entrar en escena.Yo, que dispongo de todo el tiempo del mundo para perder les acompaño encogido por el frio madrugador. Yo, que también quiero participar y mucho porque muchas son las razones que me empujan a colaborar con Pablo. Pero hay una que sobresale y es la nostalgia de la amistad, esa herida que no se cierra para siempre cuando pierdes al amigo del amor y del humor, del florido pensil .Silencio, acción, se rueda. Mo hay plaqueta. No hace falta. Con mano experta Mario dirige actores consumados y extras no consumidos que actúan obedientes como si hubiesen salido del Actors Studio pero sin estudios. Tan solo los motiva el deseo de que disco y pueblo queden guapos . Termino el dia agotado en mi sofá. No imaginaba lo cansado que es el cine cuando lo fabricas.Pongo la música y asi, entre notas y versos, tan comico y tan trágico,con la vida solucionada continuo envejeciendo con delicadeza al calor de la chimenea.

martes, 22 de enero de 2013

Caleyando por La Isla


 Aunque la mañana estaba desapacible debido a la pertinaz lluvia, caramba con el invierno que llevamos, pertrécheme bien a gusto de zamarra y botas duras y dirigime hasta el pueblu de La Isla que dista menos de media milla de mi casa, para hacer acto de presencia y de esta manera engrosar el numero de asistentes al momento de la inauguración del parque infantil, evento al que en afán de protocolo me había invitado el regidor municipal lo mismo que que a cualquier convecino que tuviese a bien acompañarlo en el corte de la cinta y ya de paso compartir mesa y mantel de desayuno, cosa esta que a mi desordenado gusto por el buen yantar resultaba más apetecible que el mero acontecimiento oficial. Encontrábame camino del ya referido acto imbuido en estos pensares cuando por el alto de la caleya que atraviesa el pueblo y justo donde cruza ésta con la que discurre sobre el cantil hasta la playa por el lugar que los lugareños dieron de nombre de El Pastote, toponimia que hasta la fecha nadie me ha dado entendimiento , abordome Ramón el Canoso, que no era éste apellido sino alias que le habían concedido los mozos de su quinta por mor de no haber conocido recluta alguno que con tan escasa edad abundase de aquella manera en cabellos blancos. Apoyaba sus ochetanytantos en recio callado que alguna vez le había servido, decía él, para ahuyentar melandros. Preguntome a donde me dirigía por platicar algunas palabras, a lo que yo, por la misma razón, le respondí con las explicaciones ya relatadas. Contome que andaba el hombre preocupado por el aspecto que tenían las obras de la playa ya que, según algunos comentarios que habían llegado a sus orejas, andaban llenándola con hormigón, material este que a su entender no pintaba bien y desdecía del buen parecer ecológico del arenal. Y más cosas me quería relatar del mismo tema que tuve que disculpar para llegar con tiempo a mi destino. Descendí unos cuarenta pasos calle abajo hasta abocar en la plaza del Horrón y ya mis pensamientos eran compartidos con la preocupación que me había causado el comentario del Canoso ¿Una playa de hormigón? Pues si así es, razón tienen los que vierten en los papeles críticas contumaces calificando el proyecto de atentado ecológico y de tremendo desaguisado. Convendrá tomar determinación y partido antes de que se consuma tamaña barbaridad. Andaba a la sazón asomada en su florido balcón Cleominia la Onduladora , ociosa y reposante de adecentar cabezas de la vecindad, pues es costumbre de este pueblo lucir éstas del mejor modo posible para asistir a los oficios religiosos los domingos al mediodía. Hízome aspavientos para que la esperase pues debía darme recado de un pariente de Colunga al que había encargado un taquillón de castaño, asunto del que no daré más detalles por no venir a cuento. Dada como era la paisana en cuestión a chismes y chascarillos hablome del tema recurrente de las obras de la playa: que si parez una plaza toros. mira tú ahora que los políticos quieren prohibir la fiesta, que si van quedanos les piernes colgando en aquellos asientos tan altos, que si patatin que si patatán. Yo le contesté que no se preocupase tanto por ello pues ya la Esperanza en Madrid había cogido el toro por los cuernos, lo cual venía bien a cuento, aunque hube de reconocer que lo de dejar las piernas colgando quizás no fuese bueno para la circulación. El caso es que me dejó el recado y rezunbándo sus lamentaciones en mis oídos seguí camino que ya se me subía el tiempo encima y aun no había andado la mitad del trayecto . Quizás, pensé, que lucir las jambas espendeoladas al sol sea bueno para los sabañones,… pero que asemeje a un coso taurino , tal como dice que la gente piensa, no parece estética adecuada a una playa tan guapa y recoleta. La verdad que no. Abundándo en mi preocupación por tanto comentario crítico vacilaba entre llegar a tiempo al referido acto o por el contrario desviarme por la costa y cerciorarme de las informaciones contemplando con mis propios ojos la tan cacareada fábrica. Abrí el paraguas y aligeré el paso obviando la tentación. Ofrecí cobijo a Crisantos el Peixe, así apodado por su destreza en las artes de la pesca en el pedreru. Corría la leyenda urbana, para el caso más bien rural, de que nadie había conseguido ver a este paisano sin la omnipresencia del Matu, can “milpuntas” pequeño y pinto de manchas negras sobre fondo blanco y esmirriado pero más listo que el hambre. Había quien elevaba la nota y decía que sabía bucear y que de este arte conseguía buenas xulias para el cesto de su inseparable amo. Exageraciones, digo. Mal momento, pensé yo, para escoger compañero de viaje pues el referido Crisantos que siempre me entretenía hablándome sobre pescados, en esta ocasión no se dedicó a otra cosa que a darme la brasa de nuevo con el muro, el cemento y el alcantarillón. Dejome todavía más atribulado que ya venía. Sobre todo cuando me conto que iban a quedar taponados todos los desagues y que al no poder discurrir las aguas por donde la madre naturaleza bien tenía previsto ,el encharcamiento iba a ser de aupa y las inundaciones bíblicas. Con este relato y con lo que uno lee del cambio climático y todas esas cosas dejome que no me llegaba la camisa al cuerpo. Pero no fué esto nada en comparanza con lo que me termino por contar. -Tan levantando un muro de uno ochenta de altura que ye casi lo que mide el Gassol ese del baloncesto. Dios, me lamente, y yo que soy de talla mas parecida a la de los jugones de la Roja que a la de las estrellas de la NBA ya no voy a poder ver más el Peñón sino encaramado en una banqueta o artefacto similar. Y así fue que en el colmo de la desazón a la que me había conducido tanta conversa, olvídeme de cinta, de parque, de alcalde y sobre todo de pinchos, tanto disgusto me había quitado el hambre, y corrí como un poseso hacia la playa dejando a Crisantos con la palabra en la boca y al perro con el gran susto ya que en mi alocada carrera casi le lo llevo por delante. Con la respiración entrecortada y el corazón en un puño alcance la famosa fabricación y –joder que alivio- pude contemplar sin mayores dificultades la silueta del Peñón entre la niebla. No era menester espurrime o encaramame en ninguna piedra. Jadeando me senté en el banco corrido que no muro y acertáronseme las piernas a reposar sobre la arena sin ningún esfuerzo y vi como el reguerón transcurría tan campante por su curso natural camino del Cantábrico. La verdad que si, en eso tenía razón la Cleominia, dábame la impresión que estaba sentado en el tendido cero de la plaza de Las Ventas esperando la salida del primer morlaco. Por lo demás andaba todo a medias de fabricar con lo que de momento, pensé, vamos a calmarnos y a esperar acontecimientos pues no es de buen sentido común hacer pareceres antes de conocer resultados. En estas me encontraba aliviado ya de tanto sobresalto cuando recordé lo de la inauguración. Agudicé el oído y sentí la prédica del alcalde que peroraba a los coríos allí reunidos que estaban haciendo un día una cosa, otro día otra para que La Isla contase con buenos equipamientos y todo eso…. Que andaban haciéndolo lo mejor que entendían y que una vez terminadas las obras ya covendría en decir si estaban así o asá…… Nada más que decir que los hechos y comentarios de este relato son reales. No así los personajes que son fruto de mi acalorada ficción dejando bien sentado que cualquier parecido con muyeres u homes de La Isla… ye pura coincidencia.

Ciclogénesis explosiva

Esta noche no he dormido bien. Anduve de sobresalto en sobresalto y en uno de esos momentos en que uno está al límite del misterio entre la vigilia y el sueño vino a mis oídos la palabra fatal: ciclogénesis explosiva. Algo así entre la teoría del shock o el nombre científico de una lavativa tradujo mi indefensa imaginación. Por fin el ruido ensordecedor de las olas explosionando en el pedrero que se colaba por la claraboya del cuarto de baño me devuelve a la consciencia rescatandome de enosoñaciones. Así que apagué la radio y entre el café humeante de la mañana busqué en el ordenador la tabla de mareas; salí al encuentro de la pleamar de las 13,30 y grabé estas imágenes del Cantábrico bufando por los acantilados de Pría. O sea, que la cosa no fue para tanto. Ocurre últimamente que elevan a la categoría de extraordinario lo que acontece con toda normalidad en días más crudos del invierno tal como no podía ser de otra forma. Y por esta vez y sin que sirva de precedente diremos que se trata de la confluencia de dos profundas borrascas en un espacio de tiempo muy corto. Antes decíamos que facía una ventolera que escaraballa el peyeyu. En este vídeo se puede comprobar que si, que si, que la mar ta brava, pero, lo dicho, tampoco ye pa tanto.

domingo, 6 de enero de 2013

Esqui low cost en Asturias

Imagina deslizarte por la nieve en un entorno natural, sin sillas, sin torretas, sin cabinas, sin lagos artificiales, sin cañones de nieve, sin nada que altere el espacio medioambiental. Y, en fin, sin más ruido que el tris tris de tus esquis alcanzando la loma para descender suavemente hasta el fondo del valle. Una gozada que no requiere más gasto que la adquisición de un equipo y la gasolina para desplazarte a lo alto de la montaña.

sábado, 1 de diciembre de 2012

rum rum

Me dirigió una mirada cansada pero de alivio y pudo entender en ella una invitacilon tácita para adentrarme en la solitaria playa de mediados de setiembre. Corrimos los dos acariciados por la fina brisa de un verano agonizante. Era bajamar y por el amplio arenal daba el último paseo un rezagado veraneante. A lo lejos, en el pedrero, se recortaban las siluetas de dos pescadores que poco a poco se iban diluyendo entre la cada vez más densa niebla que emergía del mar. A mitad de la playa mi amigo se detuvo y se sentó en la arena. Yo me coloqué a su lado. Comenzó a darme razonamientos del porque no debíamos de llegar hasta la orilla del mar y del por que ni siquiera debíamos de haber llegado hasta el sitio donde estábamos sentados. Lo empecé a entender cuando dos agujas colipintas volaron en dirección a las olas emitiendo estrepitosos pitidos de sobresalto. -Son aves migratorias.- Han venido desde Laponia para evitar los fríos del invierno y se dirigen a Mauritania Se han detenido aquí y reponen fuerzas para reanudar el vuelo. Lo más probable es que si durante el tiempo que permanecen con nosotros las hacemos volar , asustadas por nuestra presencia, las estaremos obligando a consumir unas fuerzas de las que no estarán sobradas para el largo viaje que les espera. En consecuencia muchas de ellas no podrán llegar a su destino y esto hará que el próximo año se piensen muy bien el hacer escala en nuestra playa. Me quedé bastante asombrado de la sabiduría de mi amigo en lo referente a las aves. Agujas colipintas y al vuelo, Vaya control. –Bueno, lo de agujas colipintas es por decir algo, podían muy bien tratarse de cigüeñuelas; pero todo lo demás es tan cierto como que te estoy hablando. Mi amigo Rafael Guardiola que es entendido en la materia me lo ha explicado y te aseguro que de pájaros sabe un rato largo.- Así pues, convenimos que en días sucesivos restringiríamos el recorrido de nuestros paseos matutinos evitando transitar por donde estas limícolas se alimentan. Regresamos a casa bajo un cielo de panza de burro que presagiaba una tormenta de la que la fina lluvia era un avance. Por el paseo, ya fuera del arenal, caminábamos con paso ligero sorteando algún que otro excremento canino ya reseco por el paso del tiempo y aspirando efluvios de orines que manchaban las esquinas de las aceras. Agosto quedaba atrás y los sevicios de limpieza habían dado por finalizada su labor diaria. No quedaban usuarios a los que dejarles el aspecto de las calles presentable. Los mismos a los que les ponía indiferentes que sus mascotas se aliviaran en la vía pública. Los mismos que algunos minutos más tarde denunciaban a los vigilantes de la playa que algún animalito de estos hiciese pipi al lado del niño que jugaba rebozado en arena. -Que quieres, amigo, las ordenanzas son las ordenanzas y están para que el ciudadano las cumpla y el resto haga lo propio.- Unos ojos asustados nos miraron. Era una mirada atónita del que se cree que alguien ha cometido un descuido lamentable. Una confusión, una confusión. No podía ser que aquella familia que le había acogido feliz en las pasadas navidades como premio a su parcial éxito académico al cabo de ocho meses la abandonase en la ayer concurrida y paradisiaca playa, hoy solitaria y amenazadora.- Es que la ciudad es incómoda y su ritmo frenético no nos permite perder unos minutos en pasearla por el parquecito de la urbanización. La niña, ya sabes, tiene que coger el autobús del colegio. La olvidará… - La perrita, pobre animal, no se olvidará hasta que el hambre, el frío y la angustia acaben con sus huesos entre los cartones de las basuras sin recoger. A lo mejor tiene suerte y alguien, con el corazón más blando, la lleva a su casa. Algún colega me ha comentado el insoportable sufrimiento que tiene que soportar un perro cuando pierde a su amo. Al regresar a casa en alguna página de internet leía la noticia “En la madrugada de ayer se produjo el atropello de un corzo en la recta de la Rasa de Luces. El vehículo sufrió serios desperfectos. Esta zona perteneciente al coto Carrandi-Selorio es frecuentemente atravesada por corzos, jabalís, zorros y otros animales salvajes con el consiguiente peligro para los conductores. El corzo fue impulsado por el impacto y se desplomo sin vida sobre la cuneta contraria.” Pobre animal pensé – Oye y por qué nuestras autoridades no establecen en estas zonas medidas de protección que eviten daños a los corzos, jabalís, zorros ect. …. ¿Porqué no castigan con leyes severas el abandono de mascotas, porque no nos dejan jugar en la playa en verano y sin embargo permiten que ensuciemos nuestras calles, porque no espantamos a la aguja colipinta, porque, porque, porque ….…… -Vale Rumrum, déjalo ya, los perros no preguntan (y creo que tampoco hablan)- La tormenta había comenzado y el perro se acurrucó debajo de la mesa camilla para no oir el insoportable estruendo de los truenos.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

LLegan las lluvias

Hace cinco años que me jubilé. Hace cinco años que se ha abierto ante mi un espacio amable y asequible. Una ilusión, otro modo de vida. Hace cinco años que he dejado de ser un animal de ciudad para convertirme en un aldeano de pueblo. Hace cinco años que mi rostro permanece moreno por el sol los doce meses del año. Al principio echaba de menos muchas cosas, sufría las evidentes carencias del mundo rural, esas pequeñas cosas a las que no damos importancia en la ciudad, por tenerlas al alcance de los dedos, como un médico, un cine, el supermercado o darle a un botón y calentar la casa. Es cuestión de planteamientos, organización y una forma distinta de ver las cosas, renunciando a todo lo que en definitiva resulta superfluo, desaprendiendo ciertas cosas y asegurando que, en realidad, no se necesita tanto para vivir. Aunque si necesitas la bombona de butano, la leña para la chimenea o la compra del super, tienes la villa a poco más de media hora caminando, diez minutos en bici y la ciudad a una hora escasa de automóvil. Aquí en La Isla mi perro retoza libremente por el campo mientras yo disfruto un fuego amable en el hogar viendo morir las tardes de otoño en compañía de mi esposa y de mis hijos, sobrinos y amigos que de cuando en vez nos visitan.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Algo de música para este tiempo

Pedazo de banda. No se fien de su nombre. ¡son vascos! Hace poco han actuado en el Club de rock del pueblo Piloñés de Valles. Todo un lujo.

martes, 20 de noviembre de 2012

En la vega de Orandi

En la vega de Orandi las hadas y los elfos se esconden tras los troncos de la hayas Tu no las ves pero ellos te ven a tí. Si agudizas el oido podrás sentir el crujir de sus pasos sobre la alfombra amarilla de hojas secas que cubre el sotobosque. Seguramente será un corzo . Por un instante te mirará paralizado antes de huir con agiles saltos hasta desaparecer en la espesura. Para llegar a este mágico paraje hay que tomar un camino amplio y empedrado que en una hora aproximadamente atravesando majadas con cabañas de piedra te lleva hasta un verde valle cercado de tupido bosque de roble y haya. Allí serpentea al rio Las Mestas. Estás en Orandi.En algún punto de la ruta el camino se extrecha y se bifurca, no hay problema, unos cuidados letreros te indicarán la dirección correcta. Un gato negro nos acompaña justo hasta la gruta por donde el mencionado rio se esconde en las entrañas de la tierra para volver a salir impetuoso a los piés de La Santina. Una ruta fácil para hacer en familia.No te olvides de calzar unas buenas botas de montaña.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Una mañana a las setas

A mediados de Noviembre la Asociación los Coríos de La isla organiza todos los años una salida al bosque para recolectar setas.El sábado dirigidos por el piloñes, experto micólogo, Pablo Prida y asistido por Germán Noriega, provistos de navaja, cesta y bien protegidos de la pertinaz lluvia nos repartimos por los alrededeores de la isla en busca del preciado manjar. Ellos nos enseñan a reconocerlas, clasificarlas y distinguir las comestibles de las venenosas o alucinógenas. De regreso a la Escuelina, sede de la asociación, tuvimos un almuerzo y a continuacion Pablo nos dió una charla sobre el tema.

Bosque en el Sueve

jueves, 15 de noviembre de 2012

otoño en la Biescona

 
El bosque se ruboriza y se tiñe de rojo una vez al año y permanece en este estado poco tiempo, el que el aire de las castañas permite a los árboles retener sus hojas. Hay que estar atento, esperar un día claro y despejado y, ante todo, disponer de tiempo libre y así poder sorprenderlo en todo su colorido.  De esto ultimo voy sobrado y como ayer amaneció una mañana esplendida he cogído mi cámara y me fuí al hayedo de la Biescona muy temprano. Ascendi no sin gran esfuerzo la primera rampas por una pista muy marcada hasta llegar a un punto en que ésta se bifurca en dos senderos. Allí me salió al paso un muchacho que se había despistado de la senda. Como llevábamos el mismo rumbo le invité a que me acompañase. Manejaba una Canon Eos 50 con trípode con la cual se disponía a hacer los mismo que yo: fotos, fotos y más fotos.No es el bosque el mejor sitio para hacer amigos. El tácito pacto de silencio que obliga a aquellos que nos gusta la naturaleza en estado puro hace que la conversación sea no más que la indispensable y  la que procede por las mínimas normas de cortesía-. Así que se llamaba Javi y era bloguero. Coincidimos en ambas cosas,  suficientes para decidir  seguir en contacto en dias sucesivos. Me ha prometido enviarme las fotos de un picapinos que que hacía toc, toc, toc en un arbol seco.Yo mientras tanto me senté en el fondo del otoño rojo a escuchar una canción de Eva Cassidy. De vuelta a casa, me esperaba un espléndido pote asturiano que Carmen había cocinado.

lunes, 29 de octubre de 2012

no siempre se cumplen todos los objetivos

 
 No siempre se cumplen los objetivos que figuran en el encabezado de este blog. Podíamos echar balones fuera y decir que el cambio de horario nos descolocó y no andaríamos lejos de la verdad. Pero lo cierto es que la hora de partida y el atuendo que vestíamos dejaban muy a las claras nuestras intenciones. Y estas no eran otras que danos un pequeño paseo por Pría, contemplar los bufones, hacer unas fotos y punto, a comer. Y comer comimos, vaya si comimos. Zamburinas, mejillones de dos maneras y un arroz con chipis que estaba de muerte. Un local agradable el del resturante La Cerezal de Ribadesella y un precio muy pero que muy razonable. Vamos,`para repetir pero, eso si, con una ruta acorde con las calorías ingeridas.

sábado, 27 de octubre de 2012

senda costera de Asturias

El Peral - Pendueles from javier balaguer on Vimeo.

 Otoño, el bosque de Asturias viste sus últimas galas antes de sacar la ropa de invierno. Una sinfonía de colores inunda el paisaje ,y la atmósfera, más transparente, se encarga de acercarlo a nuestra retina haciéndolo más nítido y fotogénico. Es, sin duda, la estación más bonita del año en el Principado. Al menos a mi me lo parece. Así pues, es hora de jntroducir en la mochila la cámara de fotos y alguna que otra provisión, ajustarse las botas y recorrer senderos caminando o en bicileta. Hoy vamos a hacer esto último, vamos a recorrer con Carmen en btt el tramo de la senda costera entre El Peral y Pendueles. Aproximadamente doce kilómetros que transcurren en su mayoría por pistas forestales. No es un recorrido muy exigente por lo que es asequible a cualquier edad y condición física. En algunos tramos, como veréis, es coincidente con el Camino de Santiago. Como lugares de interés mencionaremos el puente sobre el rio Cabra, monumento histórico, creo, no estoy muy seguro, que es de la época medieval; las playas de La Franca y del Cobijeru, en La Franca y Buelna respectivamente , donde podremos aliviar nuestros cansados pies con las ya a estas alturas frescas aguas del Cantábrico. Los más valientes seguro que se atreverán con el último chapuzón. Partiendo de la estación de servicio cogemos a la izquierda la RD 3 en dirección a Noriega, atravesando los caseríos de Serra y Tejavana por camino de zahorra llegamos a La Franca. A partir de este punto, como antes mencioné, compartiremos ruta con los peregrinos de Santiago hasta las inmediaciones de la playa . Aquí tomaremos una pista forestal que en constante ascensión, con algún tramo durillo , nos llevará a la sierra Plana de la Borbolla. Cresteando ésta disfrutaremos de una espectacular vista de la costa oriental asturiana. Descendemos a Buelna y atravesando la nacional 634 nos dirigimos por un camino bien señalizado que nos llevará a la playa y por último a Pendueles. El autobús o el tren nos darán opción a regresar al punto de partida. Así que venga, ánimo, a disfrutar de nuestro paraíso . No hace falta comprarlo en agencia de viajes. Lo tenemos a la vuelta de la esquina y grátis. La verdad es que es un privilegio vivir en esta tierra.

jueves, 25 de octubre de 2012

Asalto a la Naturaleza

Financiarización de la Naturaleza from ATTAC.TV on Vimeo.

Bajo el concepto de "Economía Verde", ingentes cantidades de dinero provenientes de la especulación financiera, buscan nuevas oportunidades de negocio y lucro en la naturaleza.
Cortometraje de animación sobre el secuestro de la naturaleza por los mercados financieros.
Una iniciativa de SOMO, Red eruopea Attac, Food&Water Europe, Friends of Earth, Amis de la Terre, Carbon Trade Watch, WEED, Ecologistas en Acción, Aitec y Campagna per la riforma della Banca Mondiale.
Producido y realizado por La Antena y AttacTV. Animado por desarme s.c.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Martín, el pescador de la Espasa

 
 Algunas mañanas  me acerco paseando hasta el rio Espasa, justo hasta el lugar donde éste deposita sus aguas en la playa a la que da nombre. Allí, camuflado entre las yerbas de  la marisma y salicornias, me aposto con la cámara al acecho del gran pescador polícromo, a la espera de Martín, Martín el pescador. Ese pájaro, nada esbelto pero bien vestido ,que pescando lo envidiarian mis amigos Curuxu o José Quevedo, buenos, que digo buenos, ¡magníficos! pescadores ellos. Poco a poco le voy ganando confianza permitiéndome  maýor aproximación, Creo que ya me va conociendo e intuye que nada malo le voy a hacer ,que puedo ser su  amigo. De pronto aparece; apenas sin darme respiro, casi sin tiempo para apretar el disparador. Siempre escoge la misma piedra para observar y escrudiñar el fondo del río. Mira a uno y otro lado. Alza el vuelo verticálmente y aletea  estático. Ve la pieza y  con su gran pico negro en ristre, ploooff, se zambulle en picado como un missil mar-tierra (no se si existen de verdad estos artefactos). Atrapa el pez, vuelve a la piedra, le da unas sacudidas y lo engulle. Luego, a la misma velocidad que ha llegado, se retira rio arriba dejando tras su vuelo una vertiginosa estela azulverdeanaranja imposible de seguir con el objetivo de mi videocámara. Parece que el tiempo esta cambiando, la meteo pronostica lluvias generalizadas en la zona. Espero no perder la confianza de nuestro amigo si tardo algunas mañanas en regresar al humedal. Tengo que acercarme más a Martín.

domingo, 21 de octubre de 2012

al encuentro del gamo

  
 Se me antojan algo espurios estos gamos. Me explico. Allá por los cincuenta se traen de las zonas bajas de Andalucía y Extremadura donde pastaban apaciblemente por cómodas llosas  para repoblar y diversificar la fauna de nuestros montes.  No se que motivo les ha llevado a enriscarse en las zonas más altas y de más complicado acceso para poder contemplarlos. Y digo que no es para pegarles un tiro que no, no es mi afición, ni tengo licencia para la crueldad. Tan solo pretendo asemellarlos con la videocámara que es la manera más delicada que tengo para mis prácticas cleptomaniáticas (vaya palabreja que me ha salido) de la naturaleza. Que afán de alterar el ecosistema con estos bichos. El caso es que muy de mañana dejamos Carmen y yo el coche  aparcado de cualquier manera en el Fito y sin grande pretensiones iniciamos la caminata a través de los  pinares que jalonan la senda hasta la majada de Bustacu. Esperaba que en dicho tramo que discurre cresteando la sierra del Sueve veríamos algún paleto. No fué el caso pero si disfrutamos de un esplendoroso amanecer sobre los Picos por el lado izquierdo mientras con el rabillo del ojo atisbábanmos por la derecha con las primeras luces  la costa Colunguesa.  Asi que no quedo otro remedio que encaramarnos en el Pienzu y descender media ladera por la cara norte para alli si, alli fotografiar los buscados animales.  Todo iba bien hasta que un terminator de la naturaleza a caballo de su trialera atronó el silencio del tejedal espantando todo bicho viviente. Menos mal que las piezas ya estaban cobradas en el disco duro de mi Canon Legria. Peor les fue a los excursionistas del Centro de Interpretación que no les quedó otra que el olor a gasolina quemada. A duras penas bajamos por Son de Miguel y Cordovana, repostamos en casa de Pilar y abusamos de la amabilidad de Maira para que nos hiciese en su auto el último tramo de la ruta. Se come muy bien en Lismar pero ya habían apagado los fogones y tuvimos que conformarnos con unos guisantes con jamón de la Carretilla que hacen un apaño.

LA CURVA DEL SILENCIO (PRAVIA)

  En la curva sinuosa, un susurro, el camino de Agones a Escoredo, donde el bosque abraza el valle, y la paz se asienta en el aire. Una...