Ladridos que ya no dicen
lo que sus ojos proclaman
Sudores que ya no dejan
perfumadas las estancias
Solsticios que ya no siguen
primaveras añoradas
Cuenta Pablo en sus poemas
que el amor nunca se acaba
que siempre brilla una estrella
cuando las luces se apagan
Tu estás subido en la nube
cuidando de la manada
yo aquí con la mirada lejos
en el horizonte fijada
donde centellea el fuego
y lo caminos acaban
para unir nuestros destinos
una tarde, alguna mañana
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