vacas from javier balaguer on Vimeo.
Son las
ocho en el reloj de doble cara de andén de tren del norte que cuelga sobre la
pared blanca de mi alcoba orientada al mediodía .Al otro lado de la ventana la
mañana es limpia y la hierba alta y verde. Aun los petirrojos que comen en mi
mano no se han levantado. Andan apresurados por terminar de construir su nido. El
abril “hueveril” ya está aquí y no pueden demorar la puesta e incubación de los
huevos. Por eso la pareja de raitanas aun no ha hecho acto de presencia,
estarán algo cansados, digo yo. Destellan aun algunas luces de la tan lejos y tan cerca Gobiendes y el Pienzu entretanto se despereza con la bufanda gris alrededor de su
esbelta ladera negra. Solo al comienzo de la primavera la hierba sirve para pasto de
las vacas, en el verano se vuelve seca y demasiado basta para ser comida y
menos rumiada. Los pequeños terneros ignorantes de su futuro retozan su corta vida y saltan alegres bajo la cálida y protectora mirada de sus madres.¿ De que manera podré obviar
esta visión bucólica ante el suculento cachopo elaborado con la experta mano sabia de Teresa?. Pero como la
promesas se hacen para no ser cumplidas disfrutaré de la escena sin más. Mañana
será otro día y puede ser que la manada se la hallan llevado al matadero, asi
que de momento permítaseme ser el doctor Jekyll. Para cenar en la Churre enviaré a Mister
Hyde que no entiende de pactos y menos de promesas. Y si tu, que compartes mi mesa, por ventura has leido mi blog y visionado este vídeo te agradecería en el alma que no me lo recuerdes.
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