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lunes, 13 de abril de 2015

LA GARZA (cuento corto)












Me despierta el sonido de la radio  de mi mesita de noche. No ha amanecido todavía y los petirrojos ya han comenzado a  hacer sus nidos en los arbustos del jardín ; su incesante canto me ameniza el desayuno , una taza de humeante café , una tostada con mantequilla y mermelada de naranja de La Isla,  esquisitez culinaria de mi sobrina  Luci ; por desgracia ya solo  me queda un tarro . Mientras disfruto del almuerzo voy introduciendo en la alforja el material necesario  para  la práctica de  una de mis aficiones favoritas de jubilado, la observación y seguimiento de aves: cámara de fotos, prismáticos , cuaderno de campo y un lápiz de Ikea para tomar  notas y hacer dibujos ya que mi memoria  empieza a hacer aguas. Parece que vamos a disfrutar de una espléndida mañana de primavera. En esta época y a primeras horas del día es cuando las aves despliegan mayor actividad por lo que conviene madrugar si se quiere aprovechar al máximo esta circunstancia.
En la charca la  garza real permanece inmóvil, en el mismo sitio que la deje ayer; con sus largas patas hundidas en el fango  y sus ojos atentos al más leve movimiento que se produzca  en el agua. La pequeña cigüeñuela, más activa , pasea eshibiendo su blanco plumaje de un lado a otro del chancal. El resto de los limícolas, patos , pollas de agua y pequeñas aves acuáticas acompañan el amanecer con un coro incesante de trinos.
Tomo el sendero que asciende con suavidad el cueto para continuar en pronunciado descenso en dirección al humedal. Saludo a las plantas, a los arboles por su nombre. No estoy seguro de si he cerrado la puerta con llave por lo que desando el todavía corto camino recorrido para  cerciorarme y así quitarme de encima una rara sensación de desasosiego que me ha invadido repentinamente .  Hace un tiempo apacible, templado y luminoso, en el cielo no se advierte casi ni una nube. Solamente algunos nubarrones negros a los lejos, muy a lo lejos y en el mar me hacen sentir algún mal presagio.Al acercarme de nuevo a la casa , que raro, veo que están todas las luces encendidas. Que yo recuerde solamente había necesitado  iluminar el cuarto de aseo por ser éste interior y nadie ha podido haber entrado  puesto que la puerta estoy seguro que la he  dejado bien cerrada con dos vueltas a la llave. Habrá sido alguna avería o puede ser que yo mismo las hubiese encendido y no me acuerde.... ¿Pero todas?
   
Sin darle más importancia al asunto llego por fin a la charca. Parece que alguien más ha madrugado y ha tenido la idea de venir a este mismo lugar. Pero su intención no es solamente observar.  Veo que viene  armado de una escopeta cargada de mortíferos instintos. Es un hombre de mediana estatura y de constitución fuerte_ Su aspecto, sus rasgos y su forma de caminar son vulgares: viste chaqueta y pantalón de camuflaje y cubre su enorme cabeza con un sombrero verde de aguas que apenas deja ver unos ojos duros y fríos. Se detiene un momento y mira a su alrededor en busca de un lugar adecuado desde el que dominar todo el estanque. . Lleva maquinalmente la mano al gatillo y desactiva el seguro del arma. Al fin encuentra acomodo detrás de un matorral y aposta la escopeta sobre una piedra. Se ha acercado sigiloso y  parece que ningún habitante de la charca ha notado su presencia ya que la algarabía de cantos no solo no  ha cesado sino que ahora se escucha con mayor intensidad. Así, el intruso permanece acechante.
Me encamino hacia el otro extremo del humedal en silencio, a pasos muy lentos, sin hacer movimientos bruscos para evitar molestar a las aves en sus ocupaciones de temporada. Voy vestido con ropa de abrigo de colores neutros que me confunden con el entorno. Cuando considero que la distancia es la adecuada para fijar mi puesto de observación, sin advertir la presencia a apenas cincuenta metros del furtivo, despliego el trípode y monto la cámara sobre el , acoplo el teleobjetivo y la enciendo en modo de espera. Me parece que tampoco él se ha percatado de mi llegada. Intento no hacer ruido moviéndome lo menos posible y pacientemente aguardo a que la garza real, escondida ahora entre altas hierbas, se mueva hacia una posición más visible. Los primeros rayos del sol van iluminando el pequeño bosque encharcado. Ya podemos ver la cabeza verde y cuello plateado de un pato azulón y algún que otro correlimos hunden su largo pico en el fango en busca de alguna lombriz. Comienza la vida en la marisma ajena al objetivo de mi cámara y al punto de mira de la siniestra carabina.

Han transcurrido  ya unos veinte minutos , las aves comienzan a moverse inquietas pero ahora sus cánticos van languideciendo. Los negros nubarrones van  acercándose a  la costa de forma un tanto inesperada, y poco a poco la  sombra que producen va   atenua la claridad de la mañana .

Al fin la garza se ha movido. Lenta, muy lentamente  camina hundiendo con extremada delicadeza  sus largas patas en el fango hasta situarse en el centro de la ciénaga. Ajena a nuestra presencia ya se  encuentra enfocada  por el objetivo de mi cámara y fijada en el punto de mira del rifle asesino. Esbelta y elegante con su plumaje gris y sus 160 ctms de envergadura posa junto a una mata  de calas blancas. No parece inquieta ni se siente amenazada; no imagina un destino  disecada en la sala de trofeos de  un perverso depredador o inmortalizada en el álbum de fotos de un amante de la naturaleza.
En  aquel mismo momento un extraordinario fenómeno tiene lugar sobre nuestras cabezas. La intensa y cegadora luz y el insoportable zumbido de un gigantesco disco ilumina y ensordece el pantano durante escasos segundos, los suficientes para que los pájaros, histéricos y asustados por el extraordinario resplandor, alcen el vuelo despavoridos .Cuando suena el click del obturador y el estampido de un disparo el objeto brillante se eleva vertiginosamente y desaparece en el cielo dejándome paralizado por el pánico   y ciego por unos instantes . El cazador, aterrorizado, arroja la escopeta al fango y pone tierra de por medio sin volver la vista atrás
Algunos años después, saboreando un  té con limón en la terraza de la terminal de la estacion interestelar de Cercedilla de la Fresna, le contaba a mi nieto como había sido el primer avistamiento de aquellos singulares seres que le habían contratado para pilotar una de sus aeronaves. En el cielo del atardecer tres garzas volaban libres y majestuosas.       



    

domingo, 5 de abril de 2015

PRIMAVERA




Sonlas ocho en el reloj de doble cara de andén de tren cercanías que cuelga sobrela pared blanca de mi alcoba  orientada al mediodía .Al otro lado de laventana la mañana es limpia y la hierba alta y verde. Aun los petirrojos quecomen en mi mano no se han levantado. Andan apresurados por terminar deconstruir su nido. El abril “hueveril” ya está aquí y no pueden demorar lapuesta e incubación de los huevos. Por eso la pareja de raitanas aun no ha

hecho acto de presencia, estarán algo cansados, digo yo. Destellan aun algunasl uces de la tan lejos y tan cerca Gobiendes y el Pienzu entretanto se despereza con la bufanda gris alrededor de su esbelta ladera negra. Solo al comienzo de la primavera la hierba sirve para pasto de las vacas, en el verano se vuelve seca y demasiado basta para ser comida y menos rumiada. Los pequeños terneros ignorantes de su futuro retozan su corta vida y saltan alegres bajo la cálida y protectora mirada de sus madres.¿ De que manera podré obviar esta visión bucólica ante el suculento cachopo elaborado con  la experta mano sabia de Teresa?. Pero como la promesas se hacen para no ser cumplidas disfrutaré de la escena sin más. Mañana será otro día y puede ser que la manada se la lleven al matadero, asi que de momento permítaseme ser el doctor Jekyll. Para cenar en la Churre enviaré a Mister Hyde que no entiende de pactos y menos de promesas.
Otro primavera se sube a la grupa de–supongo- mi ya larga existencia . No hago esta afirmación por reproche o por cansancio pues como escribía el inolvidable poeta de Isla Negra confieso que he vivido y a grandes rasgos encantado de haberme conocido. Sin embargo el inexorable desgate biológico va abriendo grietas en mi estructura anímica y conformando nuevas maneras de adecuar ésta al  inexorable paso de los años. Las noches se hacen más cortas sin consultar con los solsticios y los fármacos sustituyen al sano cansancio que procura el profundo , sosegante pero esquivo, demasiado esquivo sueño. Despierto y los ángeles y los demonios de la noche se proyectan en el insomnio haciéndome sentir alegría o tristeza según seleccionen los últimos recuerdos del día anterior troceando las horas nocturnas en partes casi alícuotas de alegre nostalgia y de tristes ilusión, unas veces aliviado al despertar otras maldiciendo la hora en que se me rompe la ensoñación y así en una travesía bipolar que se prolonga en las primeras horas del alba, a veces demasiado tiempo hasta que recupero el tono muscular y regreso a la normalidad. Me asomo a la ventana; los trinos de los
pájaros se hacen más intensos y se tornan en alegre algarabía, respiro a pleno pulmón  el aire limpio y fresco del mar que agita el pedrero. Los primeros rayos de luz atraviesan las cortinas del salón, el sultán del gallinero canta a su serrallo y el ladrido lejano del
perro de la granja va devolviéndome a la aventura diaria de vivir
reinventándome la vida. Entretanto Rocío sigue creciendo y creciendo. Ayer lo pude comprobar. Contemplo su jardín. Este año plantaremos flores. Salgo con rumrum a mi paseo matinal, está intranquilo porque ya me ha visto sacar los zapatos del taquillón, pero ya no muestra excesiva alegría, el tiempo también envejece
a los perros y aun más rápido. Camino al sendero que cruza la pradera remontando el cueto y saludo a las flores, a los arbustos y a los árboles por su nombre. Marcho a pasos felices seguido de mi fiel compañero o siguiendo el rumrum . Dejo a un lado el suave murmullo del mar y continúo hasta donde la marea me permite desprenderme de los últimos grilletes depresivos y los sumerjo
bajo la espuma de la ola que rompe plácida en la orilla. En todo lo que veo de bueno en el paisaje y en mi pensamiento se diluye mi alma impulsada por un optimismo incipiente. Ya ha regresado el dia , ha despertado el sol y las gaviotas rien estúpidas de no sé que, cruzo por el puente que une los dos concejos que el rio separa; busco el hide que me camufla del pirata de la pesca de nombre Martín y de apellido Pescador; sentado en el tronco improvisado de
asiento impaciente le aguardo, ayer se posó en la rama del acebo; no tardará en llegar y mientras espero deleito mis oídos con la mejor de las sinfonías nunca acabadas cuya partitura lee y canta en un susurro el arroyo que ya convertido en rio me da la bienvenida. Multiplico mis energías y armonizo mis sentidos con la calma balsámica de la naturaleza y tomo al fin el camino de regreso y miro a la montaña desde cuya cúspide  una voz amiga me llama y me obliga a responderle, ya voy, ya voy,y , al fin, prometo que un dia de estos me acercaré por allí.

miércoles, 1 de abril de 2015

LA CHURRE DE LA ISLA

En un lejano país existió hace muchos años una Oveja Negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura. Esta fábula de Monterosso ilustra lo acontecido durante estos días cuaresmales en La Isla y sacude la rutina y placidez de las gentes de mi querido pueblo de adopción. Y es que en estos tiempos que corren de individualismo y atomización de las familias, de las mujeres y hombres que componen una pequeña comunidad, manifestaciones de apoyo como la que se han producido estos días con alguno de sus miembros hacen concebir esperanzas de que no se han perdido del todo los valores de solidaridad, de afecto y de ayuda mutua que deben de adornar a los ciudadanos de bien. Así el pueblo de La Isla, como Fuenteovejuna todos a una, ha respondido a lo que ha considerado una agresión investida. por supuesto, de la legalidad pero carente de ética,  contra los intereses de una familia que de generación en generación viene explotando un negocio de hostelería que constituye su propio sustento . Sin embargo, como la biología no necesariamente condiciona la bonomía de las familias así el comportamiento individual de un miembro no debe de afectar para nada a su conjunto cuando en el caso que nos ocupa éste pertenece a una familia ejemplo de lo que deben de ser las buenas relaciones entre las personas y de cuya honestidad intachable manifestada en todo su dilatada vida en esta comunidad vecinal es un claro exponente, Por eso entiendo que se sientan molestos y pidan disculpas, Así lo han hecho públicamente, pero que sepan también que los que nos manifestamos ayer en La Isla no queremos que  estén tristes ni mucho menos se sientan avergonzados, y que tengan presente que para la inmensa mayoría de los residentes habituales y ocasionales del pueblo que les profesan un merecido aprecio y respeto no necesitan disculparse. Por gracia o por desgracia. como evidencia el corolario de la fábula del escritor guatemalteco,  en ocasiones son necesarias situaciones difíciles para ejercitarse en los valores que deben de presidir las buenas relaciones entre la gente. Dicho esto, solo me queda resaltar el caracter totalmente pacífico y civilizado de las personas que haciendo uso del derecho que los ciudadanos tienen a manifestarse  públicamente y sin ningún tipo de coerción ni menos imposición, sabedores de que la ley ampara la libre concurrencia de cualquier persona a la puja por la explotación de este espacio público , demostraron sus preferencias por las personas que hasta la fecha han regentado este negocio hostelero. Decia Adam Smith que para que el funcionamiento del mercado libre no perjudicase las buenas relaciones humanas es necesario un comportamiento ético de las personas, de las empresas, de la sociedad en general. En este sentido el sistema capitalista a los largo de casi dos siglos de existencia ha fracasado estrepitosamente tanto en cuanto que la mano invisible que se suponía pondría las cosas en su sitio creando por si sola situaciones de estabilidad y progreso no se ha comportado como tal. Al contrario la obsesiva desregularización del mercado derogando toda regla que intente humanizar su comportamiento ha devenido en el hecho fatídico de que la libre competencia lo ha convertido en un campo de batalla en el que sobrevive el más fuerte en detrimento casi siempre del más honrado.Los economistas académicos nos hablan de esto en términos de macroeconomía, palabreja que por si misma nos aleja de la realidad cotidiana al ofrecernos los grandes datos que nada ayudan nuestra compresión de andar por casa. Pero, a veces, surgen en nuestro entorno situaciones que nos colocan de repente en la  realidad de estos asuntos . Asi podemos asistir como en una comunidad pequeña como es nuestro pueblo de La isla, un empresario asistido por el poder que le confiere su dinero es capaz de, al amparo de la ley, acaparar todo el mercado llevándose por delante cualquier principio de competencia y sobre todo arrebatando de las manos de una familia honrada y trabajadora que dedico muchos años a levantarlo y darle prestigio,  un negocio hostelero que ademas de ser su sustento ofrece a la comunidad un servicio de una calidad humana que rebasa los límites de sus propios intereses. Ante estas situaciones a las personas honradas no les queda más que el derecho al pataleo. Asi que hasta donde nos consienta la reciente Ley mordaza, gritaremos y nos manifestaremos hasta la extenuación.

viernes, 2 de enero de 2015

HEPATITIS "C"

Sucedió en Bareges, un pueblecito del Pirineo Francés en la comarca del Bearn, al pié del Tourmalet por su ladera oeste.  En invierno se puede esquiar en su pequeña y muy coqueta estación, en verano es el lugar ideal donde establecer el camping base para ascender a alguna de las cumbres que lo rodean o recorrer sus boscosos valles. Coincidió aquel verano que pasaba por allí el Tour de France , y que en aquella temporada Indurain comenzaba su gesta deportiva ; la cima de aquel hors de categorie me ofrecía la oportunidad de asistir in situ a uno de sus más espectaculares triunfos. Así que bien temprano me dirigí a una tienda de material fotográfico para proveerme de un carrete para mi cámara con el que inmortalizar el momento. En un francés que el bachiller me enseñó más peor que mejor me incorporé a la tertulia que mantenían en el interior del local el tendero , el confitero de al lado, personaje que conocía debido a mi afán de acudir a su obrador inmediatamente que abría la persiana y llevarme los ricos croissants recién salidos del horno, y algún que otro cliente. Hablábamos, como no podía ser de otro tema, de ciclismo, asi que por meter algo de baza hispánica en la conversación se me ocurrió contarles algo de la polémica que aquel mismo año se había suscitado en nuestro país con motivo de la conveniencia o no de establecer una meta de la Vuelta a España en el Parque Nacional de los Lagos de Covadonga. Ambos me miraron sorprendidos y casi al tiempo me hicieron una misma pregunta ¿ Quel est le problème ? Inmediatamente me percaté que para los gavachos aquello no era tema de discusión. Se trata de un parque natural y punto.
Parecida cara se le quedó a mi amigo Enzo,  cubano de la Guira de Melena, cuando después de  explicarle que en mi país habia 35 mil personas infectadas con el virus de la hepatitis C pendientes de recibir un tratamiento que les salvaría la vida o al menos les permitiría vivir el resto con relativa calidad pero que el coste era elevadísimo, me miró atónito e indignado me pregunto ¿cual es el problema, chico? .

Dice mi admirado Eduardo Galeano que “el derecho a la indignación es lo menos que la dignidad humana puede exigir cuando se le condena a ser indigna, y el derecho a luchar por otro mundo posible cuando se ha hecho imposible el mundo tal cual es”

martes, 25 de noviembre de 2014

DESDE EL SILLIN DE MI BICI

Esta mañana salí a pasear en bici y vi la brillante cúpula de la iglesia emerger de entre los sauces, también vi a la garza imperial  planear imperiosa sobre un campo fértil de abundante hierba verde, vi una hoguera aun humeante, vi en la lejanía la silueta de una aldea, vi una formación de gansos en uve, vi las blancas estelas de dos aviones hacer una cruz en un cielo húmedo, vi perderse el rio en la espesura de unos alisios, vi, un minuto nada más, un alfombra de tierra roja bajo mis pies, vi la dulzura serena de unos ojos del color de las esmeraldas, vi acercarse a una botella de cerveza, vi un mar lleno de armonía de un coro submarino, vi a un hombre y a una mujer de la misma edad callados y sonrientes, vi en la ciudad un reloj que dió la hora tañendo una campana, vi a un pañuelo decir adiós en la terminal del bus, vi, desde un puente romano,  un monton de peces plateados que brillaban en el agua, vi la niebla extenderse densa, vi una humedad que me impregnaba la ropa,vi a una bandada de estorninos oscurecer el sol sobre mi cabeza, vi el infinto cielo azul que empezaba a emcapotarse, vi el deseo de perderme en un bosque de castaños, vi reirse a las gaviotas de un pescador furtivo, vi  erizos abandonados de su fruto, vi la ventana desde donde mi vista me mira, vi una cortina de flores blancas y moradas, vi desesperado el barco alejándose del muelle, vi  caminos sembrados de hojas amarillas,  ví una garceta blanca a lomos de una vaca  negra , vi dos palmeras en la decadente quinta del indiano, vi en el lago el cielo y en el cielo el mar, todas y  más cosas vi cuyo relato sería inacabable  en esta mañana de finales de este invierno blanco, volví a ver la perfecta alineación de gansos con la uve apuntando en sentido contrario en el que antes las había visto, vi a un amigo de mi hijo de quien nunca conocí empleo, vi las rosas rojas de un jardín en el fondo del patio,vi el Gran Cañón del Colorado surcar el alcantarillón de la playa, vi a siete  niños alegres diciendome
 adiós desde el ventanal de la escuela, vi la blanca vela del barco esconderse tras el peñón, vi el tronco y las ramas de un árbol seco, vi el nido del picapinos desde el fondo del agujero, vi a un peregrino con un perro cruzar la esquina de la calle pegado a una mochila verde caminado, vi la viejas piedras muy conservadas de un templo prerománico, vi una luz y en la luz vi tu cara y tu no estabas, vi en la arena de la playa escrito el nombre de Jorge Luis Borges. 

jueves, 13 de noviembre de 2014

A MIS SESENTA Y NUEVE (con perdón) IGUAL SIGO DE GORDO

 Agradezco a la memoria su esquisita delicadeza a la hora de seleccionar mis recuerdos, eshuberante con lo buenos, indulgente con los malos y también a mi alma su manía de emocionarse con los primeros y de procurar el olvido de los segundos aunque de este equipaje nunca puedo ni debo olvidarme. Así que doy las gracias, no se a quien, de ser yo mismo el que descansa aquí sentado sobre el mojón SESENTA Y NUEVE de mi viaje a Itaca y aprovecho la ocasión para arreglar un pinchazo inoportuno de la trotona. Ya resta menos para llegar a la patria de Ulises, no me importa gran cosa, me preocuparía no poder hacer recuento del camino recorrido hasta este punto en el que me he detenido.¿Por qué me iba a importar? Nadie me espera por allí deshaciendo la mortaja por las noches .Solamente pido a no se quien, que lo que me resta de trayecto sea lo suficientemente largo para seguir disfrutando de las alegrías que la vida concede de forma gratuita. Así que voy a celebrarlo y que mejor manera que dándome un festín de mountain bike costeando la costa de La Isla a Morís y disfrutar de esta mañana esplédida de noviembre. Bueno, si la fuerza me acompaña......cha chaaaann......

lunes, 13 de octubre de 2014

MEMORIA DEL FUEGO. EDUARDO GALEANO

Han navegado mucha mar y tiempo y están hartos de calores, selvas y mosquitos. Cumplen, sin embargo, las instrucciones del rey: no se puede atacar a los indígenas sin requerir, antes, su sometiemiento. San Agustín autoriza la guerra contra los que abusan de su libertad, porque en su libertad peligrarían no siendo domados; pero bien dice san Isidoro que ninguna guerra es justa sin previa declaración. Antes de lanzarse sobre el oro, los granos de oro quizás grandes como huevos, el abogado Martín Fernández de Enciso lee con puntos y comas el ultimátum que el intérprete, a los tropezones, demorándose en la entrega, va traduciendo. Enciso habla en nombre del rey don Fernando y de la reina doña Juana, su hija, domadores de las gentes bárbaras. Hace saber a los indios del Sinú que Dios ha venido al mundo y ha dejado en su lugar a san Pedro, que san Pedro tiene por sucesor al Santo Padre y que el Santo Padre, Señor del Universo, ha hecho merced al rey de Castilla de toda la tierra de las Indias y de esta península. Los soldados se asan en las armaduras. Enciso, letra menuda y sílaba lenta, requiere a los indios que dejen estas tierras , pues no les pertenecen, y que si quieren quedarse a vivir aquí, paguen a Sus Altezas tributo en oro en señal de obediencia. El intérprete hace lo que puede. Los dos caciques escuchan, sentados, sin parpadear, al raro personaje que les anuncia que en caso de negativa o demora les hará la guerra, los convertirá en esclavos y también a sus mujeres y a sus hijos y como tales los venderá y dispondrá de ellos, y que las muertes y los daños de esa justa guerra no serán culpa de los españoles. Contestan los caciques, sin mirar a Enciso, que muy generoso con lo ajeno había sido el Santo Padre, que borracho debía estar cuando dispuso de lo que no era suyo, y que el rey de Castilla es un atrevido, porque viene a amenazar a quien no conoce. Entonces, corre la sangre. En lo sucesivo, el largo discurso se leerá en plena noche, sin intérprete y a media legua de las aldeas que serán asaltadas por sorpresa. Los indígenas, dormidos, no escucharán las palabras que los declaran culpables de los crímenes cometidos contra ellos. Eduardo Galeano - Memoria Del Fuego I. Los Nacimientos.

TIERRA Y LIBERTAD EN CASA DEL ABUELO

en el huerto de rocío from javier balaguer on Vimeo.

lunes, 29 de septiembre de 2014

DE BUSTIO A EL PERAL EN BTT


Bustio - El Peral from javier balaguer on Vimeo.
Iniciamos esta ruta en Bustio, un tranquilo puerto pesquero situado en el punto más oriental de la costa asturiana. En el parque de la Remansona nos encontramos con el cartel indicador donde figuran todas las señalizaciones así como el mapa. Atravesando la carretera nacional por un paso subterráneo tomaremos a la izquierda una pista de tierra compactada que discurre paralela a la via del FEVE. Después de una ascensión bastante fuerte llegamos a la rasa costera de Pimiango, la cual atravesanos en dirección norte hasta llegar a un mirador desde donde podemos contemplar el Faro de San Emeterio. Cruzamos un bosque de eucaliptos en fuerte descenso y nos adentramos en otro bosque, esta vez de encinas, más propio de la costa mediterránea . En el interior de éste visitaremos las ruinas de Monasterio de Tona. Sus arcos y bóvedas románicas resisten el paso de los siglos. La senda sube y baja, algunas veces utilizando escalinatas, atraviesa el encinar hasta llegar a la Ermita del Santu Medé y el Centro de Interpretación del Pindal, cuevas prehistóricas con interesantes pinturas rupestres. Salimos de la zona boscosa y iniciamos por carretera asfaltada la subida nuevamente a la rasa costera, la cual alcanzaremos justo en el lugar donde se encuentra el Mirador de Pimiango desde donde podremos disfrutar de una espléndida vista de la costa oriental y de la sierra de Cuera. Atravesamos el pueblo de Pimiango por patios interiores de casas señoriales y siguiendo la misma carretera convergemos con la nacional 634 en el pueblo de El Peral. Desde aquí y a dos kms podemos desplazarnos a Colombres y vistar el Archivo de Indianos, museo de la emigración asturiana a América.
Ver BUSTIO - SAN ANTOLINb en un mapa más grande

domingo, 28 de septiembre de 2014

FUIMOS AL PINAR DE LILLO


el pinar de lillo from javier balaguer on Vimeo.
Pocas calorías consumidas para tan pródigo festin y es que caminar el bosque de Lillo escaso esfuerzo supone para tanto disfrute de los sentidos cuando además las razones son hambrientas. Te sumerges en el bosque por un camino flanqueado a uno y otro lado de abedules, albares, cerezos y robles y de fondo la música del arroyo que ya comienza a ser río. En el sotobosque multitud de variedades de hongos y plantas, amanitas, boletos, arándanos, enebros y helechos. Al rato se bifurca el sendero en el lugar donde los urogallos anidan y cantan a horas algo más tempranas que la que nosotros llevamos Entonces el pino silvestre , que pobló la península cuando la ardilla iba y venía de norte a sur sin pisar el suelo,se hace amo y señor del paisaje formando junto con algúnos robles y hayas un escenario de de magia y encantamiento, un lugar ancestral y enigmático. Tiene el bucle apenas siete quilómetros muy faciles de caminar, las pendientes son suaves y el suelo firme y seco. Tal vez si fuésemos algo silenciosos y el viento fuese favorable nos hubiésemos topado con algún ciervo, corzo o jabalí. Queda hecha la recomendación para el que quiera  volver a este paraje en otra ocasión y con menos compaña. Del resto, qué decir, el hostal Arnicio de Caso satisfizo plenamente nuestras manifiestas aficiones gastronómicas. Todo un suceso digno de repetir.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

HABITANTES DE PASO


piscicator from javier balaguer on Vimeo

En los atardeceres de este final de verano, principio de otoño la desembodadura del rio Espasa se llena de aves que encuentran en este espacio el lugar ideal para su descanso en su emigración hacia climas más cálidos. Podemos observar a la blanca y estilizada  garceta común, al vuelvepiedras de abigarrado plumaje y pico corto que utiliza para voltear pequeñas piedras, al archibebe y al correlimos correteando por la arena en busca de insectos o moluscos. Hay que estár atentos pues su estancia no es larga, la suficiente para tomarse un respiro y retomar su viaje a tierras mas meridionales,

sábado, 13 de septiembre de 2014

GAVIOTAS AL ALBA


gaviotas al alba from javier balaguer on Vimeo.
Despierto y me levanto contento y satisfecho de mi libertad y de mi vida en el pueblo y me acerco a la playa muy temprano, tan despacio como el sol perezoso de finales de verano y tan pronto como las gaviotas terminan de desperezarse revoloteando entre la garza y el zarapito trinador que esta mañana no trina porque no quiere despertar a las olas que aún rompen inertes de somnolencia en la arena de la Espasa, allí donde el agua salada se mezcla con el agua dulce , allí donde el río le ha prestado su nombre a la playa, o viceversa, quien sabe. Ya se ha marchado todos a a recuperar el ritmo de sus vidas. La casas ya no hablan y la calle está en silencio así que se me ocurre poner algo de música que acompañe el alborozo de las aves y el rumor del viento en este amanecer.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

ADAPTACION DE LA FABULA DEL PESCADOR Y EL BANQUERO










   Me encontraba dias atrás haciendole fotos a la luna en el atardecer de la playa de La isla cuando se me acercó un hombre muy bien vestido y con ese porte que da el poder y el dinero a algunos veraneantes que se dejan caer por estos lares. 
-¿es usted fotógrafo profesional? – me interpeló –
 -pues no, amigo, soy un simple aficionado a la semella, algo asi como un cleptomano de la belleza que encuentro por ahí, yo la introduzco en mi cámara y me la llevo para casa.-
 ¿solo eso? –
-no, más tarde las edito en mi ordenador y las comparto con mi amigos a través de las redes sociales. Luego duermo la siesta tranquilamente con mi mujer; me levanto, leo algo y a última hora de la tarde bajo hasta La Churre a tomarme algunas copas como mis amigos y hacer tertulia con ellos.
-¿Y así todo el año? –
-si señor, así todo el año. –
Y permítame Vd- continúo la conversación- por que no se dedica a la fotografía profesional.
¿para qué?
– pues podría Vd tener su propio estudio y trabajar para las productoras audiovisuales.
 – y ¿para qué?
– pues, de esta forma ganaría más dinero y podría montar su propia productora- 
-¿y?
– Con el arte que Vd tiene su productora pronto se comería el mercado audiovisual de los medios y seguro que su empresa llegaría a cotizar en la bolsa
– Y ¿para que quiero que se cotice en la bolsa?-  
- pues para que cuando Vd. O su mujer se jubilen pudiesen vender las acciones a buen precio y así ganar mucho dinero
– y para que querríamos nosotros tanto dinero
– pues con todo esa pasta se iría aun lugar paradisiaco , saldría todas las mañanas a hacer fotografías y por las tardes después de almorzar se tomaría una tranquila siesta para más tarde alternar con sus amigos en el chigre hasta las tantas de la madrugada bebiéndose alguna copilla.  –

 -Ah, dije yo, ahora lo entiendo.

martes, 9 de septiembre de 2014

VIII CONCURSO DE PESCA DE ALTURA

Ayer sábado 6 de setiembre se celebró el VIII concurso de Pesca de altura, prestigioso torneo que organiza el Club Náutico Bahía de Lastres, todo un clásico del verano en Asturias, El evento logró reunir 23 embarcaciones que se dieron cita en el Puerto Llastrín desde donde se hicieron a la mar a partir de las 4 de la mañana. Fueron más que escasas las capturas pues exceptuando los dos primeros clasificados el resto de los participantes regresó de vacío. La “Picachona”, tripulada por José Angel Cristóbal y Juan Fernández con una bonita de 71,5 kg. resultó vencedora en las dos modalidades, peso y pieza mayor. En segundo lugar se clasificó la embarcación “Cazurro”.Se da la circunstancia que ambas tripulaciones son de La Isla. En el transcurso de la clásica cena celebrada en el Hotel Palacio de Luces fueron entregados los trofeos a los vencedores.

lunes, 1 de septiembre de 2014

PESCA DE ALTURA


PESCA DE ALTURA from javier balaguer on Vimeo.
Convencido de que la biodramina no sería más que un remedio pasajero contra el pánico y el desasosiego que me aguardaba en aquel madrugador mar algo más ajetreado y amenazador de lo que el Windguru nos había prometido, zarpamos muy temprano sin el más mínimo atisbo de resplandor solar en el horizonte. La prespectiva de grabar una jornada de pesca de las de verdad, en el oceáno sin límites y sin pausas disipaba todos mis temores asi que armado de valor me acomodé en una esquina del asiento al lado de un chaleco salvavidas que me ofrecía, ay, pobre de mi, una ingenua sensación de seguridad de mantener el cuerpo a flote si por alguna mala maniobra el barco naufragase. En esas iba yo cavilando cuando lo cierto es que todo apuntaba a una jornada memorable y seguramente irrepetible en lo que a mi respecta asi que enseguida una mezcla de rigor en los preparativos y amistosa complicidad me sirvió para que me fuera desentendiendo del fragor de las olas y del tremolar del viento al tiempo que las luces de Lastres se iban apagando en parte por la lejanía, en parte porque las primeras claridades del alba empezaban a solaparlas. La tripulación comienza a aparejar cañas y a desplegarlas por los costados y la popa del barco, se reduce la marcha y comienza la cacea o curricán como parece que algunos llaman a esta técnica. Se trata de dejar arrastrar un cebo y engañar al voraz túnido haciéndole caer en la tentación de devorar el señuelo. De pronto se tensan las cañas, han picado. Presos de una gran agitación comienzan a moverse por la popa del barco recogiendo cañas y aparejos y dejando solamente la que había aferrado el pez. Yo intento acurrucarme en un extremo de la cabina para estorbar lo menos posible y apenas acierto a preparar la cámara, Fue todo tan inesperado y sorpresivo que ni siquiera repare en que yo también era parte de aquel suceso pues de él debía dar buena cuenta. La emoción es indescriptible. Se acumula el trabajo y se pone a prueba la destreza de la tripulación. Tras casi dos horas de lucha a brazo partido y algún intento fallido de engamar al túnido un extraordinario suceso tiene lugar a estribor. Decenas de bonitos comienzan a salir a la superficie en una danzo espectacular, todo el mundo se mueve ys e agita en medio del balanceo de la nave y zas, una nueva caña hábilmente aferra al vuelo otro ejemplar, Ya tenemos dos aferrados, la lucha se endurece y afloran los nervios. De un lado a otro de la popa danzan las cañas cruzándose entre ellas mientras Curuxu, tenso el rostro prieto bajo el gorro de algodón blanco Dubronik y gamo en ristre va de un lado a otro casi a tientas porque en uno de los lances las gafas se han ido del lado de Neptuno. Treinta a babor Alvarín. El barco zigzaguea al ritmo que la captura le impone. Treinta a estribor, Alvarín Y el joven grumete, prometedor pescador, futuro patrón maniobra con destreza propia de lobo de mar. Finalmente los peces se har rendido casi al tiempo, ya estan a bordo. La tarde va cayendo plomiza y en el horizone la silueta del Sueve comienza a agrandarse. Regresamos a puerto alegres , cansados y satisfechos de una jornada de pesca que ha merecido la pena grabar.

LA CURVA DEL SILENCIO (PRAVIA)

  En la curva sinuosa, un susurro, el camino de Agones a Escoredo, donde el bosque abraza el valle, y la paz se asienta en el aire. Una...