La lluvia no cesa
y las gotas, como versos
me cuentan historias de antaño
Las calles se hacen ríos
las plazas se hacen lagos
y los pájaros, en esto,
cambian plumas por escamas
Yo mientras tanto
me aferro al Quijote,
fiel compañero de locura
Mientras la soledad me abraza
cultivo esperanzas y recuerdos
Interminable tormenta
bajo un cielo de antracita
y lo peces, en su danza,
navegan por ríos encantados
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