miércoles, 6 de julio de 2016
jueves, 19 de mayo de 2016
domingo, 17 de abril de 2016
En ocasiones la primavera juega con la lluvia y nos regala lagos. Aun no he encontrado el mecanismo que agita mi consciencia para percatarme de que esta mañana es la optima para disfrutar de su contemplación y, como no, hacer trabajar a mi cámara para, como un cleptómano de museo, llevar la aurora a mi casa. Pero , claro que no, o mejor dicho si, son todas las mañanas, Asi me´lo asegura el campesino-ganadero-agricultor que se levanta todos los días antes que el sol. , Sucede que no todos los amaneceres son iguales, pero si, me recuerda, que todos son hermosos. Me lo ha contado también el pescador del pedrero que aprovecha las mareas de primera hora para hacer lo que a el,me asegura , más le gusta . Eso, pescar: A veces, te cuento, cuando el viento riza las olas se levanta un velo de satén húmedo que filtra los rayos del sol de tal forma que más que el astro rey parece la luna. Tienes que verlo.Pero ya élla, la luna , se ha ido para otros lados y no he podido hacer la comparación. Y yo, ¿que os voy a decir? Mejor os dejo estas semeyas que con las manos aun heladas por el rocío de la mañana he tecleado en mi ordenador.
sábado, 16 de abril de 2016
"CARIS"
Ayer se fue al cielo de mis recuerdos buenos mi hermano Luis Morán Suárez (Carís). En la nebulosa del tiempo, allá por los años de Maricastaña de los que solo me queda el lejano estruendo que aun ensordece mis ya gastados tímpanos con la traca de palenques de la fiesta del Carmen en Cangas que por aquel entonces estremecía aquel diminuto cuerpo que se sentaba a la mesa de la casa de comidas, en tan pretéritos veranos todavía no se llamaban restaurants, allá si, recuerdo, en aquellos tiempos ocurrieron estas cosas. Mi padre ordenó, mandó, no se si recomendó a mi hermano adoptivo que, ya que el niño no comía - no me gustaba la paella, aborrecía el arroz y el pimiento me producía arcadas- y considerando el estado de excitación en que me había dejado el pánico a los cohetes y a los petardos, intentase tranquilizarme en el asiento de skay verde de la cabina del camión Ford Hercules Diesel aparcado justo a la puerta del comedor hasta que el sueño me venciese, de manera que el resto de la familia terminase el almuerzo en paz . Sentí en la penumbra de la cabina que unas manos frías tomaron las mias. Me aferre a ellas y camine al lado de aquel hombre alto y desgarbado que cubria su cabeza con un sombrero negro de ala ancha del que sobresalían mechones de cabellos blancoamarillentos, anduvimos carretera abajo en compañía de más hombres y algunas mujeres las cuales, con sus churumbeles en brazos, no dejaban de hacerme carantoñas y de atiborrarme de caramelos. Me han contado muchas veces que si no hubiese sido por la preocupación de Carís en comprobar si me había dormido tal vez mi vida transcurriría ahora viajando en carreta de pueblo en pueblo o en “fregoneta” en el mejor de los casos. Hoy podría ser un vociferante vendedor de ropa interior de mujer en algún mercadillo municipal de un pueblo castellano .Arrebató violentamente mis manos blancas de los brazos cobrizos del gitano, creo que no ofreció resistencia alguna. Solo entonces recordé que siempre había mirado hacia adelante y nunca más había vuelto a mirar hacia atrás. Jamás me he preocupado de conocer la verdad de este suceso hasta ayer que en el cielo de los recuerdos buenos escuche la voz de Carís que me decía con su coña proverbial: “que Cigala hemos perdido”
viernes, 25 de marzo de 2016
A PROPOSITO DEL ATENTADO DE BRUSELAS
La Historia nos ofrece siempre lecciones de la maldad e inutilidad de las guerras. Invocar a ellas sin fundamentos bien estructurados puede dar lugar a interpretaciones como las que en mi caso pueden resultar, a los ojos de algunos, politicamente incorrectas. Así el presidente socialista frances Hollande y su primer ministro Valls invocan constantemente a la contienda bélica cuando se produce alguno de los terribles atentados que siemban el terror en el interior de las ahora inexpugnables fronteras de la vieja Europa.. En este contexto no puedo justificar por principios elementales de humanidad el atentado de Bruselas ni unirme todas las subsiguientes retóricas llamadas a la unidad, a cerrar filas con los demócratas, al "je suis Bruxelles", a las banderas con lazos negros y demás retahila de frases al uso. Si embargo si puedo entender el hecho de que si estamos en una guerra que permite a las naciones occidentales contendientes tener a salvo a sus poblaciones en las ciudades mientra sus aviones masacran con sus bombas las del enemigo,no parece falto de razonamiento que éste, en la perversa lógica de la lucha armada, intente y de hecho golpee con bombas los centros neurálgicos desde donde se planifican estos ataques. De la misma manera, pienso yo, que no podemos llamar terrorismo irracional y sin sentido a los atentados de Madrid, Paris o Bruselas al mismo tiempo que calificamos de manera cínica como daños colaterales el que un misil convierta en escombros un hospital de Homs, una escuela en Bagdad o una boda en Kabul. Las guerras las ganan y la cuentan los que matan y estos en su delirio pueden recordar las masacres de las bombas V2 sobre Londres mientras olvidan la destrucción innecesaria a sangre y fuego de la ciudad de Dresden cuando ya la última contienda mundial estaba prácticamente fializada.
sábado, 12 de marzo de 2016
miércoles, 24 de febrero de 2016
¿ERES ANARQUISTA?
Lo más probable es que ya hayas escuchado algo sobre quiénes son los anarquistas y sobre aquello en lo que supuestamente creen. Lo más probable es que todo lo que escuchaste decir sobre ellos sea falso. Mucha gente parece que piensa que los anarquistas son adeptos a la violencia, al caos y a la destrucción, que se oponen a todas las formas de orden y de organización, que son nihilistasfanáticos que quieren acabar con todo. Nada más lejos de la realidad. Los anarquistas son las personas que piensan simplemente que los seres humanos pueden comportarse de una forma razonable sin tener que ser obligados a ello. En realidad, es una noción muy simple. Pero es la noción que los ricos y poderosos siempre consideraron más peligrosa.
En su expresión más simple, las creencias anarquistas giran en torno a dos premisas. La primera es que los seres humanos son, en circunstancias normales, tan razonables y decentes como les permitan ser y, por lo tanto, pueden autoorganizar sus comunidades sin necesidad de que les indiquen cómo. La segunda es que el poder corrompe. Antes de nada, el anarquismo es una cuestión de tener coraje para tomar los principios simples de la decencia común por los cuales nos guiamos y seguirlos hasta sus conclusiones lógicas. Por muy insólito que parezca, en muchos aspectos importantes, ya eres anarquista (sólo que no te das cuenta).
Tal vez te ayude si analizamos algunos ejemplos del día a día:
Si hay una fila para coger un autobús casi lleno, ¿vas a esperar tu turno y contener las ganas de colarte, incluso si no hay ningún policía?
Si respondiste «sí», ¡entonces estás habituado a actuar como un anarquista! El principio anarquista fundamental es «autoorganización»: el asumir que los seres humanos no necesitan que se les amenace con sanciones para que alcancen un grado de comprensión entre ellos, o para que traten a los demás con dignidad y respeto.
Todas las personas creen que son capaces de comportarse de manera razonable. Si piensas que la ley y la policía son necesarias, es sólo porque no crees que otras personas lo sean. Pero si te paras a pensar, ¿no tendrán ellas derecho a pensar exactamente lo mismo en relación a ti? Los anarquistas argumentan que casi todo el comportamiento antisocial que nos hace pensar que es necesaria la existencia de fuerzas armadas, de policía, de prisiones y de gobiernos para controlar nuestras vidas es, de hecho, causado por las desigualdades sistemáticas y la injusticia que esas fuerzas armadas, policía, prisiones y gobiernos crean. Es todo un círculo vicioso. Si las personas están acostumbradas a ser tratadas como si sus opiniones no importasen, es probable que se vuelvan agresivas y cínicas, incluso violentas (lo cual, por supuesto, hace que sea fácil para los que están en el poder decir que sus opiniones no cuentan). En cuanto se dan cuenta de que su opinión es tan importante como la de cualquier otra persona, tienden a volverse muchísimo más abiertas. Para abreviar una larga historia: los anarquistas creen que, en gran medida, es el propio poder y sus consecuencias lo que vuelve a las personas estúpidas e irresponsables.
Si respondiste «sí», ¡entonces estás habituado a actuar como un anarquista! El principio anarquista fundamental es «autoorganización»: el asumir que los seres humanos no necesitan que se les amenace con sanciones para que alcancen un grado de comprensión entre ellos, o para que traten a los demás con dignidad y respeto.
Todas las personas creen que son capaces de comportarse de manera razonable. Si piensas que la ley y la policía son necesarias, es sólo porque no crees que otras personas lo sean. Pero si te paras a pensar, ¿no tendrán ellas derecho a pensar exactamente lo mismo en relación a ti? Los anarquistas argumentan que casi todo el comportamiento antisocial que nos hace pensar que es necesaria la existencia de fuerzas armadas, de policía, de prisiones y de gobiernos para controlar nuestras vidas es, de hecho, causado por las desigualdades sistemáticas y la injusticia que esas fuerzas armadas, policía, prisiones y gobiernos crean. Es todo un círculo vicioso. Si las personas están acostumbradas a ser tratadas como si sus opiniones no importasen, es probable que se vuelvan agresivas y cínicas, incluso violentas (lo cual, por supuesto, hace que sea fácil para los que están en el poder decir que sus opiniones no cuentan). En cuanto se dan cuenta de que su opinión es tan importante como la de cualquier otra persona, tienden a volverse muchísimo más abiertas. Para abreviar una larga historia: los anarquistas creen que, en gran medida, es el propio poder y sus consecuencias lo que vuelve a las personas estúpidas e irresponsables.
¿Eres miembro de un club deportivo o equipo de deporte, o de cualquier otra organización voluntaria donde las decisiones no sean impuestas por un jefe, sino tomadas en base al consenso general?
Si respondiste «sí», ¡entonces perteneces a una organización que trabaja de acuerdo con los principios anarquistas! Otro principio básico es la asociación voluntaria. Es sólo una cuestión de aplicar los principios democráticos a la vida diaria. La única diferencia es que los anarquistas creen que debería ser posible la existencia de una sociedad en la que cada cosa fuese organizada según esos principios, todos los grupos basados en el consentimiento libre de sus miembros y, por lo tanto, todo ese estilo de organización de arriba abajo (militar como los ejércitos, o las burocracias o las grandes corporaciones, basadas en cadenas de comandos) ya no serían necesarias. Tal vez no crea que eso llegue a ser posible jamás. Tal vez sí. Pero cada vez que llegas a un acuerdo por consenso, en vez de por una amenaza, cada vez que haces un pacto voluntario con otra persona, llegas a un reconocimiento recíproco o alcanzas un compromiso teniendo en la debida consideración la situación o las necesidades particulares del otro, estás siendo un anarquista, incluso aunque no tengas conciencia de ello.
El anarquismo es sólo el modo en que las personas actúan cuando tienen libertad para hacerlo de acuerdo con su elección y cuando negocian con otros que son también libres – y por lo tanto, conscientes de la responsabilidad ante los demás que eso implica. Esto conduce a otro punto crucial: mientras las personas pueden ser razonables y tener consideración si están relacionándose con iguales, la naturaleza humana es tal que parece imposible que lo hagan cuando se les da poder sobre los otros. Dale poder a alguien y abusará de él de una forma u otra.
Si respondiste «sí», ¡entonces perteneces a una organización que trabaja de acuerdo con los principios anarquistas! Otro principio básico es la asociación voluntaria. Es sólo una cuestión de aplicar los principios democráticos a la vida diaria. La única diferencia es que los anarquistas creen que debería ser posible la existencia de una sociedad en la que cada cosa fuese organizada según esos principios, todos los grupos basados en el consentimiento libre de sus miembros y, por lo tanto, todo ese estilo de organización de arriba abajo (militar como los ejércitos, o las burocracias o las grandes corporaciones, basadas en cadenas de comandos) ya no serían necesarias. Tal vez no crea que eso llegue a ser posible jamás. Tal vez sí. Pero cada vez que llegas a un acuerdo por consenso, en vez de por una amenaza, cada vez que haces un pacto voluntario con otra persona, llegas a un reconocimiento recíproco o alcanzas un compromiso teniendo en la debida consideración la situación o las necesidades particulares del otro, estás siendo un anarquista, incluso aunque no tengas conciencia de ello.
El anarquismo es sólo el modo en que las personas actúan cuando tienen libertad para hacerlo de acuerdo con su elección y cuando negocian con otros que son también libres – y por lo tanto, conscientes de la responsabilidad ante los demás que eso implica. Esto conduce a otro punto crucial: mientras las personas pueden ser razonables y tener consideración si están relacionándose con iguales, la naturaleza humana es tal que parece imposible que lo hagan cuando se les da poder sobre los otros. Dale poder a alguien y abusará de él de una forma u otra.
¿Piensas que la mayoría de los políticos son unos cerdos egocéntricos, egoístas, a los que no les importa realmente el interés público? ¿Piensas que vivimos en un sistema económico que es estúpido e injusto?
Si respondiste «sí», entonces apoyas la crítica anarquista de la sociedad contemporánea (por lo menos en sus aspectos más generales). Los anarquistas piensan que el poder corrompe y que los que pasan la vida entera en busca del poder son las últimas personas a las que debería dársele. Los anarquistas piensan que nuestro sistema económico actual tiene más probabilidades de premiar a las personas por comportamientos egoístas o sin escrúpulos que a las que son seres humanos decentes, preocupados por los demás. La mayoría de las personas tienen esos sentimientos. La única diferencia es que la mayoría de las personas cree que no hay nada que hacer en relación con eso o que (y es esto en lo que los fieles servidores del poder suelen insistir) puede llegar a hacerse algo que acabe cambiando las cosas para peor. Pero… ¿y si no fuese cierto? ¿Habrá realmente alguna razón válida para creer esto? Cuando se pueden probar, la mayoría de las previsiones sobre lo que sucedería sin estados o capitalismo acaban por demostrar que no están fundamentadas.
Durante miles de años las personas vivieron sin gobiernos. En muchos lugares del mundo hay pueblos que viven fuera del control de los gobiernos, incluso hoy en día. No se dedican a matarse unos a otros. Sólo viven sus vidas, como cualquier otra persona haría. Claro que en una sociedad compleja, urbana, tecnológica… hay una necesidad mucho mayor de organización. Sin embargo, la tecnología puede hacer también que esos problemas sean más fáciles de resolver. De hecho, ni siquiera empezamos a pensar cómo serían nuestras vidas si la tecnología fuese puesta realmente al servicio de las necesidades de los humanos. ¿Cuántas horas necesitaríamos trabajar para mantener una sociedad funcional (es decir, si nos viésemos libres de las ocupaciones inútiles o destructivas como el telemarketing, los abogados, los carceleros, los analistas financieros, los expertos en relaciones humanas, los burócratas y los políticos), si enfocásemos el trabajo de nuestras mejores cabezas científicas de los sistemas de armamento espaciales o del mercado de acciones hacia la mecanización de las tareas más desagradables o más peligrosas como la minería de carbón o la limpieza del baño y si distribuyésemos el trabajo que sobrase entre todas las personas? ¿Cuatro horas al día? ¿Tres? ¿Dos? Nadie lo sabe porque nadie se hace ni siquiera ese tipo de pregunta. Los anarquistas piensan que estas son exactamente el tipo de preguntas que deberíamos empezar a hacernos.
Si respondiste «sí», entonces apoyas la crítica anarquista de la sociedad contemporánea (por lo menos en sus aspectos más generales). Los anarquistas piensan que el poder corrompe y que los que pasan la vida entera en busca del poder son las últimas personas a las que debería dársele. Los anarquistas piensan que nuestro sistema económico actual tiene más probabilidades de premiar a las personas por comportamientos egoístas o sin escrúpulos que a las que son seres humanos decentes, preocupados por los demás. La mayoría de las personas tienen esos sentimientos. La única diferencia es que la mayoría de las personas cree que no hay nada que hacer en relación con eso o que (y es esto en lo que los fieles servidores del poder suelen insistir) puede llegar a hacerse algo que acabe cambiando las cosas para peor. Pero… ¿y si no fuese cierto? ¿Habrá realmente alguna razón válida para creer esto? Cuando se pueden probar, la mayoría de las previsiones sobre lo que sucedería sin estados o capitalismo acaban por demostrar que no están fundamentadas.
Durante miles de años las personas vivieron sin gobiernos. En muchos lugares del mundo hay pueblos que viven fuera del control de los gobiernos, incluso hoy en día. No se dedican a matarse unos a otros. Sólo viven sus vidas, como cualquier otra persona haría. Claro que en una sociedad compleja, urbana, tecnológica… hay una necesidad mucho mayor de organización. Sin embargo, la tecnología puede hacer también que esos problemas sean más fáciles de resolver. De hecho, ni siquiera empezamos a pensar cómo serían nuestras vidas si la tecnología fuese puesta realmente al servicio de las necesidades de los humanos. ¿Cuántas horas necesitaríamos trabajar para mantener una sociedad funcional (es decir, si nos viésemos libres de las ocupaciones inútiles o destructivas como el telemarketing, los abogados, los carceleros, los analistas financieros, los expertos en relaciones humanas, los burócratas y los políticos), si enfocásemos el trabajo de nuestras mejores cabezas científicas de los sistemas de armamento espaciales o del mercado de acciones hacia la mecanización de las tareas más desagradables o más peligrosas como la minería de carbón o la limpieza del baño y si distribuyésemos el trabajo que sobrase entre todas las personas? ¿Cuatro horas al día? ¿Tres? ¿Dos? Nadie lo sabe porque nadie se hace ni siquiera ese tipo de pregunta. Los anarquistas piensan que estas son exactamente el tipo de preguntas que deberíamos empezar a hacernos.
¿Crees realmente en las cosas que les dices a tus hijos (o que tus padres te contaron)?
«No importa quién empezó». «Dos males no hacen un bien». «Limpia lo que ensuciaste». «Haz las cosas pensando en los demás». «No seas mezquino con las personas que te parece diferentes». Tal vez deberíamos decidir si estamos mintiendo a nuestros hijos cuando les hablamos del bien y del mal, o si estamos tomando realmente en serio nuestras propias sentencias. Porque si llevas estos principios morales a sus conclusiones lógicas, llegarás al anarquismo.
Toma el principio de que dos males sumados no producen un bien. Si tomases eso realmente en serio, bastaría para echar por tierra casi totalmente la base de todo el sistema bélico y de justicia criminal. Lo mismo pasa con el reparto: les decimos siempre a los niños que tienen que aprender a compartir, a tener en cuenta las necesidades de unos y de otros, a ayudarse mutuamente; después, cuando estamos en el mundo real asumimos que cada uno es naturalmente egoísta y competitivo. Un anarquista asegurará siempre que, de hecho, lo que les decimos a nuestros hijos es cierto. Mucho de lo que se consiguió en la historia de la humanidad, cada descubrimiento o hecho que mejoró la vida de las personas, fue gracias a la cooperación y la ayuda mutua. Incluso ahora, la mayor parte de nosotros gastamos más con nuestra familia y con nuestros amigos que con nosotros mismos. Aunque, sin ninguna duda, siempre va a haber personas competitivas en este mundo, no es una razón para que la sociedad se base en el fomento de ese comportamiento y mucho menos para hacer que las personas compitan para alcanzar las necesidades básicas de la vida. Una sociedad que sólo fomenta la competición, sólo defiende los intereses de los que están en el poder, que quieren que vivamos con temor hacia los demás. Por eso los anarquistas proponen una sociedad basada no sólo en la asociación libre sino también en la ayuda mutua.
La verdad es que la mayor parte de los niños crece creyendo en una moral anarquista y gradualmente tienen que darse cuenta de que el mundo adulto no funciona así. He ahí por qué tantas personas son rebeldes, alienadas e incluso suicidas mientras son adolescentes, y acaban por resignarse y amargarse cuando se convierten en adultos. La única recompensa es, frecuentemente, tener capacidad para educar a sus propios hijos y desear que el mundo sea justo para ellos. ¿Pero por qué no comenzamos por construir un mundo que sea realmente basado en los principios de la justicia? ¿No sería ese el mejor regalo que podríamos dar a nuestros hijos?
«No importa quién empezó». «Dos males no hacen un bien». «Limpia lo que ensuciaste». «Haz las cosas pensando en los demás». «No seas mezquino con las personas que te parece diferentes». Tal vez deberíamos decidir si estamos mintiendo a nuestros hijos cuando les hablamos del bien y del mal, o si estamos tomando realmente en serio nuestras propias sentencias. Porque si llevas estos principios morales a sus conclusiones lógicas, llegarás al anarquismo.
Toma el principio de que dos males sumados no producen un bien. Si tomases eso realmente en serio, bastaría para echar por tierra casi totalmente la base de todo el sistema bélico y de justicia criminal. Lo mismo pasa con el reparto: les decimos siempre a los niños que tienen que aprender a compartir, a tener en cuenta las necesidades de unos y de otros, a ayudarse mutuamente; después, cuando estamos en el mundo real asumimos que cada uno es naturalmente egoísta y competitivo. Un anarquista asegurará siempre que, de hecho, lo que les decimos a nuestros hijos es cierto. Mucho de lo que se consiguió en la historia de la humanidad, cada descubrimiento o hecho que mejoró la vida de las personas, fue gracias a la cooperación y la ayuda mutua. Incluso ahora, la mayor parte de nosotros gastamos más con nuestra familia y con nuestros amigos que con nosotros mismos. Aunque, sin ninguna duda, siempre va a haber personas competitivas en este mundo, no es una razón para que la sociedad se base en el fomento de ese comportamiento y mucho menos para hacer que las personas compitan para alcanzar las necesidades básicas de la vida. Una sociedad que sólo fomenta la competición, sólo defiende los intereses de los que están en el poder, que quieren que vivamos con temor hacia los demás. Por eso los anarquistas proponen una sociedad basada no sólo en la asociación libre sino también en la ayuda mutua.
La verdad es que la mayor parte de los niños crece creyendo en una moral anarquista y gradualmente tienen que darse cuenta de que el mundo adulto no funciona así. He ahí por qué tantas personas son rebeldes, alienadas e incluso suicidas mientras son adolescentes, y acaban por resignarse y amargarse cuando se convierten en adultos. La única recompensa es, frecuentemente, tener capacidad para educar a sus propios hijos y desear que el mundo sea justo para ellos. ¿Pero por qué no comenzamos por construir un mundo que sea realmente basado en los principios de la justicia? ¿No sería ese el mejor regalo que podríamos dar a nuestros hijos?
¿Crees que el ser humano es fundamentalmente corrupto y malo o que algunos tipos de personas (mujeres, gitanos, sudamericanos, norteafricanos, gente común que no es ni rica ni tiene estudios) son especímenes inferiores, destinados a ser gobernados por alguien mejor que ellos?
Si tu respuesta es «sí», bueno, entonces parece que no eres anarquista al fin y al cabo. Pero si respondiste «no», entonces es posible que estés de acuerdo con el 90% de los principios anarquistas y, esperamos, estés viviendo tu vida de acuerdo con ellos. Siempre que tratas a otro ser humano con consideración y respeto estás siendo anarquista. Cada vez que resuelves tus divergencias con otros a través de un compromiso razonable y escuchas lo que cada uno tiene que decir en vez de dejar que alguien decida en nombre de los restantes, estás siendo anarquista. Cada vez que tienes oportunidad de forzar a alguien a hacer algo pero, en vez de eso, decides apelar a tu sentido de la razón y la justicia, estás siendo anarquista. Lo mismo pasa cuando compartes algo con un amigo, o decides quién va a lavar los platos, u otra cosa con un sentido de equidad.
Si tu respuesta es «sí», bueno, entonces parece que no eres anarquista al fin y al cabo. Pero si respondiste «no», entonces es posible que estés de acuerdo con el 90% de los principios anarquistas y, esperamos, estés viviendo tu vida de acuerdo con ellos. Siempre que tratas a otro ser humano con consideración y respeto estás siendo anarquista. Cada vez que resuelves tus divergencias con otros a través de un compromiso razonable y escuchas lo que cada uno tiene que decir en vez de dejar que alguien decida en nombre de los restantes, estás siendo anarquista. Cada vez que tienes oportunidad de forzar a alguien a hacer algo pero, en vez de eso, decides apelar a tu sentido de la razón y la justicia, estás siendo anarquista. Lo mismo pasa cuando compartes algo con un amigo, o decides quién va a lavar los platos, u otra cosa con un sentido de equidad.
Claro, podrás objetar que todo va bien mientras se trata de pequeños grupos de personas que se relacionan mutuamente, pero para administrar una ciudad o un país, es un asunto totalmente diferente. Y, evidentemente, esto tiene su razón de ser. Incluso si se descentraliza la sociedad y se pone el mayor poder posible en manos de las pequeñas comunidades habrá (a pesar de todo), un gran número de cosas que necesiten ser coordinadas, desde administrar las vías de ferrocarril hasta decidir sobre qué aspectos debe centrarse la investigación en medicina. Pero sólo porque algo sea complicado no quiere decir que no haya manera de hacerlo. Simplemente quiere decir que será complicado. De hecho, los anarquistas tienen muchas ideas sobre cómo una sociedad saludable y democrática debería autogobernarse. Para explicarlas es necesario ir mucho más allá de este pequeño texto introductorio. De todas formas, no hay ningún anarquista que pretenda tener en sus manos el modelo perfecto. La verdad es que no conseguimos imaginar la mitad de los problemas que surgirán cuando intentemos crear una sociedad democrática. Incluso así, creemos que la capacidad de los humanos está a la altura de resolverlos mientras la humanidad se conserve dentro del espíritu de nuestros principios básicos (que son, al fin y al cabo, sólo los principios de decencia humana fundamental).
martes, 9 de febrero de 2016
viernes, 4 de diciembre de 2015
miércoles, 11 de noviembre de 2015
martes, 10 de noviembre de 2015
domingo, 8 de noviembre de 2015
jueves, 5 de noviembre de 2015
vega de pociello
Aquí estoy ascendiendo por el sendero, arrastrando mis pesados huesos ya bastante cansados para estos excesos. dejando atrás el verano del que ya solo queda el tibio recuerdo y al encuentro del otoño que el cambio climático lo va haciendo tardón y perezoso. Sin embargo este año ha llegado tan rapido que casi no me ha dado tiempo a ver amarillear las hojas de los árboles. El viento de las castañas se me ha adelantado por unos días y pronto ha desnudado los bosques y mullendo los caminos. A medida que vamos ascendiendo. mientras escucho las historias que me cuenta mi sobrina Beatriz, voy percatándome del cambio de color de las hojas del roble, de las hayas, de los avellanos y de los castaños. Primero verdes junto al rio grande que es arroyo cuando lo cruzamos por el viejo puente de madera y poco a poco van cambiando a ocre y finalmente a amarillo pues todo ha sido todo tan repentino que las hojas rojas de los fresnos ya alfombran el sendero desde hace algunas jornadas. La fuente de aguas frías y cristalinas de la Ablanosa es una delicia. Bebemos de ella y aprovechamos la tranquilidad de la majada para sacar nuestras viandas y reponer nuestras fuerzas; una jugosa tortilla de patata que ha hecho mi sobrino y ensaladilla rusa con mayonesa casera y langostinos. Buen menú para tan mágico lugar. Detrás se expande el extenso bosque del Tabucau que tenemos que atravesar para alcanzar el final del trayecto: la Vega del Pociello. Un olor suave y dulce emana de la tierra y entre el suave tris tras de nuestras pisadas que crujen las hojas secas se escucha al fondo del valle el agua del rio L´Ablanosa que enfurecido y desbocado de cascada en cascada baja al encuentro del padre Nalón. Reiniciamos el camino y disfrutamos del hayedo teñido ahora de un amarillo intenso, marrón cálido y a veces rojo. Más tarde, en esta mañana rumorosa, vuelve a salir el sol, nuevo y cálido, tras los montes y ya no nos abandona el resto de la jornada. Tenemos que repetir la excursión y, por supuesto, la tortilla de mi sobrino. Que rica.
domingo, 1 de noviembre de 2015
otoño
Me sumerjo en el ensueño cada vez con más intensidad y ya no pienso en dormir. En la lejanía Berbes, las ondulaciones montañosas parecen lomos de animales fantásticos que al acercarlos con el zoom me acometen deteniéndose por fin delante de mí. Como hace algo de frío, son las siete y media de la mañana, solitario hablo conmigo mismo hasta dormirme hecho un ovillo en el asiento del coche. Despierto y el frío me parece más intenso. Por la ventanilla observo dos vacas pardas que me miran lánguidas con sus ojos pardos. Salgo del auto, acaricio con mi mano fría el calor de su piel cálida y agradecidas dejan de pacer y levantan la cabeza porque notan que alguien más que ellas anda necesitado de compañía. Es más rentable para la imaginación y para los sentidos que dormir la madrugada . Acaso no esta uno mejor aquí entre la luna y las estrellas esperando que el sol comience a templar mi cuerpo aterido. Enfin, algo hay que hacer para no convertir el transcurrir del tiempo en una mera rutina y que mejor que descubrir cada mañana que aunque el astro rey se descubra por el mismo sitio y las gaviotas inician sus vuelos desde las mismas rocas, ni el primero conserva el mismo color ni el vuelo de las aves es siempre en la misma dirección Pero sobre todo ello,la icomparable versatilidad de formas que las nubes me recrean con los primerios rayos de luz. Eso me da esta primera mañana de mi septuagésimo noviembre.
viernes, 23 de octubre de 2015
¿IRE A VOTAR EL 20-D?
No resulta nada fácil plantearse unas elecciones cuando todo el aparato ideológico (Administración del estado, de la justicia, medios de comunicación etc) está en manos del poder económico y este, al mismo tiempo, se encarga de mantener las desigualdades atacando todo lo que genere solidaridad, apoyo mutuo, procurando que cada cual vaya a lo suyo y el que venga detrás que se espabile. Así en este sistema donde una mayoría de la población está controlada por una minoría que tiene la riqueza y que administra el reparto a su antojo, la elecciones se reducen casi de forma exclusiva a depositar en las urnas la papeleta una vez cada cuatro años y de este modo "legitimar" durante este periodo una acción de gobierno que dificilmente se logrará poner en cuestión. Por lo demás, darle la vuelta al Sistema empleando sus mismas armas se me hace cuanto menos utópico.Así las cosas y llegado el momento de nuevo de la llamada, de manera pomposa y ridícula, "fiesta de la democracia", me pongo la venda antes de la herida y tal vez con ingenuidad me planteo otra vez la pregunta de ¿a quién no voy a votar? o más concretamente ¿donde será mi voto más útil para desalojar a estos inútiles? y al final ¿debo de ir a votar?. Porque en resumen lo único que tengo claro es cuestionar lo que he hecho o lo que vaya a hacer entre convocatoria y convocatoria.
miércoles, 21 de octubre de 2015
martes, 20 de octubre de 2015
martes, 22 de septiembre de 2015
NACIONALISTA DE PACION
Me preguntas si soy nacionalista y te respondo a la gallega -¿nacionalista yo? ¿y tu?, NO claro que no , para nada soy nacionalista. En primer lugar te diré que me horroriza la raiz de esta palabra: Naci, nazi, nazionasindicalista, nazista etc etc cuantas acepciones y cuantas desgracias en nombre de la palabreja. En segundo lugar confieso que me la sudan las banderas, los himnos y todas estas historias que en el siglo XIX, inventándose fronteras, acompañaron a la creación de esa entelequia llamada nación. Naciones marcadas casi siempre por líneas que han sido trazadas al albur o al capricho de unos intereses espúreos colocando a los ciudadanos unas veces a una lado y otras al otro de ellas, de manera que el francés a veces se acostaba alemán y el alemán en ocasiones despertaba austriaco, o checo o eslovaco. Así pues, querido amigo, lo mismo me da la bandera de Euzkadi que la Ikurriña de España .Ni siento ardor patriótico cuando escucho el himno nacional por los altavoces de un estadio ni me vengo arriba con la Roja. A todo más te concedo el Asturias Patria querida. Cuando lo escucho algo remueve mi estado emocional aunque por lo único que me da es por tomar unos culetes de sidrina bien escanciados. Y entonces, ¿qué eres?. Pues mira, manín, si algo soy que tampoco soy mucho, diré que me considero algo así como aldeano de pación. Mi patria es mi pueblo. No donde he nacido sino donde tengo el gusto de pacer. Mis compatriotas son los vecinos de mi aldea con los que me unen lazos de amistad, de familia, de ayuda mutua y de compañerismo. Probablemente por ellos daría hasta la vida pero, sin menoscabo de la solidaridad universal, no me hagas sentirme patriota más alla de los límites de mi quintana. Por eso cuando alguien quiera hacer alguna cosa por mi pueblo que pregunte antes a mis vecinos. Ellos mejor que nadie saben bien lo que les interesa. ¿Y los demás? Pues a los demás que les pregunten lo que quieran ser y allá ellos ¿Nun te parez?
LA ISLA CASPOSA
"Hay una lucha de clases, de acuerdo, pero es mi clase, la clase rica, la que hace la guerra, y estamos ganando". Agradezco esta frase de Warren Buffet , sincera y que en nada se parece a las que personajes públicos del neoliberalismo emiten cada cierto tiempo pretendiendo parecer honestas con el fin de hacernos confiar en la bondad de sus políticas. Un ejemplo de esta casta de élite que nos domina es el presidente del Circulo Empresarios que con inusitada frecuencia aparece en los medios sugiriendo ideas siempre dirigidas a , según el, reformar para mejorar las condiciones laborales y sociales de la clase de trabajadora. Como si ya no les fuese suficiente las reformas laborales que cada gobierno de turno, sea del PP o del PSOE. se saca der la manga como primera medida cuando llegan al poder.Y es que, cautivos y desarmados los sindicatos, sometidos a duros ataques externos e internos que han terminado de socavar su prestigio ya no hay barreras para defender los logros conseguidos por los trabajadores ni, por tanto, la debida respuesta a las insinuaciones de esta élite empresarial dirigidas a apagar de una vez por todas los últimos rescoldos del contrato social. Dueños y señores de sus empresas el objetivo ahora es lo público , acabar con las empresa pública y la que sea imprescindible privatizarla. No es de extrañar por tanto que el Circulo de Empresarios se prodigue en sus últimas comparecencias en recomendar medidas para optimizar el trabajo de los funcionarios no mejorando sus derechos si no exigiendo mayor competencia en su función. Pero mi perplejidad se acentúa cuando desde la clase trabajadora se acepta todo sin ninguna contestación. Y es que efectivamente el magnate tiene razón, van ganando por goleada y lo peo es que no nos enteramos de que somos nosotros los perdedores.
domingo, 6 de septiembre de 2015
.....y dejaron de hacer castillos en la arena
Sacudo la cabeza para librarme de las últimas gotas de sudor frío que me producen las imágenes del niño muerto en la playa. Fotografías y vídeos con las que me han bombardeado en los últimos días los medios en un baldío esfuerzo, en mi caso, por lavarme el cerebro a golpe de emociones, de cortocircuitarme cualquier análisis racional y de desviar mi atención sobre la etiología de este pecado social que nos abruma, de este espectáculo siniestro de miles y miles de personas huyendo de las bombas y del hambre, ahogados, masacrados, descuartizados por las mafias que han encontrado en esta tragedia humanitaria un deleznable nicho de negocio. No se si pretenden que me sienta culpable, que me apunte a una ONG, o que envie unos cuantos euros a tal y tales cuentas que nos anuncian esos , oh cielos, caritativos bancos. Pero, lo siento, yo no voy a sentirme culpable de que un niño muera en la playa o de que un migrante perezca ahogado en el Mediterráneo. Cierto que el pecado social se genera en el interior del hombre y de allí pasa a las instituciones que crea. Y cierto es que si contribuimos con nuestro comportamiento y con nuestros votos a que en nuestros países, en nuestras ciudades, en nuestros pueblos gobiernen políticos sin principios, economistas sin moral o como decía Gandhi, consentimos gobiernos que procuren bienestar sin trabajo, educación sin carácter, ciencia sin humanidad, goce sin conciencia, estamos entrando en una responsabilidad de ámbito social. Pero también es cierto que en absoluto me voy a sentir culpable de este pecado colectivo. Llevo años cumpliendo con mi obligación ciudadana de formarme, de informarme y de denunciar pública y privadamente todo aquello que ha conducido a esta tragedia. Como el lobo estepario de la novela de Hesse, no he parado de tañer la flauta en el rumoroso bosque; creo haber arrojado mi gota de agua sobre este horrible incendio, y espero, que alguien halla escuchado mi música y que algún ascua de este pavoroso incendio también halla apagado .
jueves, 3 de septiembre de 2015
domingo, 9 de agosto de 2015
martes, 4 de agosto de 2015
TERRORISMO
Hace setenta años por estas fechas las principales ciudades japonesas eran bombardeadas de manera incesante por la aviación yanki. Solo dos de ellas eran escrupulosamente respetadas sin que recibieran ni un solo impacto: Hirosima y Nagasaki. Los científicos del Pentágono necesitaban saber con exactitud cual de las dos bombas que tenían dispuestas para ellas era más efectiva y causaba mas muertes. El 6 y 14 de agosto de 1945 respectivamente Little Boy , basada en uranio enriquecido, 16 kilotones de TNT; y la conocida como Fat Man , basada en polonio, 21 kilotones de TNT masacraban a 166.000 personas en Hirosima y 80.000 en Nagasaki.Asi se perpetraron los dos más grandes atentados terroristas de la historia de la humanidad. Los culpables siguen sin ser juzgados.
lunes, 27 de julio de 2015
sábado, 25 de julio de 2015
sábado, 27 de junio de 2015
viernes, 12 de junio de 2015
CONVERSACIONES CON RUM RUM
Me dirigió una mirada cansada pero de alivio y pudo entender en ella una invitacilon tácita para adentrarme en la solitaria playa de mediados de setiembre. Corrimos los dos acariciados por la fina brisa de un verano agonizante. Era bajamar y por el amplio arenal daba el último paseo un rezagado veraneante. A lo lejos, en el pedrero, se recortaban las siluetas de dos pescadores que poco a poco se iban diluyendo entre la cada vez más densa niebla que emergía del mar. A mitad de la playa mi amigo se detuvo y se sentó en la arena. Yo me coloqué a su lado. Comenzó a darme razonamientos de porque no debíamos de llegar hasta la orilla del mar y de porque ni siquiera teníamos que haber llegado hasta el lugar donde nos hallábamos sentados. Lo empecé a entender cuando dos agujas colipintas volaron en dirección a las olas emitiendo estrepitosos pitidos de sobresalto. -Son aves migratorias.- Han venido desde Laponia para evitar los fríos del invierno y se dirigen a Mauritania Se han detenido aquí y reponen fuerzas para reanudar el vuelo. Lo más probable es que si durante el tiempo que permanecen con nosotros las hacemos volar , asustadas por nuestra presencia, las estaremos obligando a consumir unas fuerzas de las que no estarán sobradas para el largo viaje que les espera. En consecuencia muchas de ellas no podrán llegar a su destino y esto hará que el próximo año se piensen muy bien el hacer escala en nuestra playa. Me quedé bastante asombrado de la sabiduría de mi amigo en lo referente a las aves. Agujas colipintas y al vuelo, Vaya control. –Bueno, lo de agujas colipintas es por decir algo, podían muy bien tratarse de cigüeñuelas; pero todo lo demás es tan cierto como que te estoy hablando. Mi amigo Rafael Guardiola que es entendido en la materia me lo ha explicado y te aseguro que de pájaros sabe un rato largo.- Así pues, convenimos que en días sucesivos restringiríamos el recorrido de nuestros paseos matutinos evitando transitar por donde estas limícolas se alimentan. Regresamos a casa bajo un cielo de panza de burro que presagiaba una tormenta de la que la fina lluvia era un avance. Por el paseo, ya fuera del arenal, caminábamos con paso ligero sorteando algún que otro excremento canino ya reseco por el paso del tiempo y aspirando efluvios de orines que manchaban las esquinas de las aceras. Agosto quedaba atrás y los servicios de limpieza habían dado por finalizada su labor diaria. No quedaban usuarios a los que dejarles el aspecto de las calles presentable. Aquellos a los que poco les importaba que sus mascotas se aliviaran en la vía pública. Los mismos que algunos minutos más tarde denunciaban a los vigilantes de la playa porque algún animalito de estos hiciese pipi al lado del niño que jugaba rebozado en arena. -Que quieres, amigo, las ordenanzas son las ordenanzas y están para que el ciudadano las cumpla y el resto haga lo propio.- Unos ojos asustados nos miraron. Era una mirada atónita del que se cree que alguien ha cometido un descuido lamentable. Una confusión, una confusión. No podía ser que aquella familia que le había acogido feliz en las pasadas navidades como premio a su parcial éxito académico al cabo de ocho meses la abandonase en la ayer concurrida y paradisiaca playa, hoy solitaria y amenazadora.- Es que la ciudad es incómoda y su ritmo frenético no nos permite perder unos minutos en pasearla por el parquecito de la urbanización. La niña, ya sabes, tiene que coger el autobús del colegio. La olvidará… - La perrita, pobre animal, no se olvidará hasta que el hambre, el frío y la angustia acaben con sus huesos entre los cartones de las basuras sin recoger. A lo mejor tiene suerte y alguien, con el corazón más blando, la lleva a su casa. Algún colega me ha comentado el insoportable sufrimiento de un perro cuando pierde a su amo. Al regresar a casa en alguna página de internet leía la noticia “En la madrugada de ayer se produjo el atropello de un corzo en la recta de la Rasa de Luces. El vehículo sufrió serios desperfectos. Esta zona perteneciente al coto Carrandi-Selorio es frecuentemente atravesada por corzos, jabalís, zorros y otros animales salvajes con el consiguiente peligro para los conductores. El corzo fue impulsado por el impacto y se desplomo sin vida sobre la cuneta contraria.” Pobre animal pensé – Oye y por qué nuestras autoridades no establecen en estas zonas medidas de protección que eviten daños a los corzos, jabalís, zorros ect. …. ¿Porqué no castigan con leyes severas el abandono de mascotas, porque no nos dejan jugar en la playa en verano y sin embargo permiten que ensuciemos nuestras calles, porque no espantamos a la aguja colipinta, porque, porque, porque ….…… -Vale Rumrum, déjalo ya, los perros no preguntan (y creo que tampoco hablan)- La tormenta había comenzado y se hizo un ovillo bajo la mesa camilla para no oir el insoportable estallido de los truenos.
jueves, 11 de junio de 2015
LIBIA
Un día si y otra también por alguna página de nuestra prensa escrita o en algunos informativos de nuestra teles aparecen noticias de que cientos y cientos de libios arriban en pateras a las costas de Italia, Grecia y España huyendo de la miseria, el hambre y la muerte en el que su pais esta sumido. Hace cuatro años los gobiernos europeos y USA iniciaban una acción militar para derrocar al tirano de Gadafi y llevar la democracia a este pueblo del Magreb. Hace cuatro años escribía este artículo:
LA DICTADURA DE LA INFORMACION
21 de marzo de 2011 a las 19:54
Padecemos con creciente virulencia una intolerable manipulación informativa por parte de todos los medios occidentales incluidos los de nuestro país , prensa, radio y televisión que tiene como fin impactar con una terapia de schock en la opinión pública para hacernos tragar carros y carretas y legitimar así cualquier verdad oficial que nuestro sistema se inventa para realizar guerras, provocar levantamientos, inventar revoluciones o lo que les venga en gana con tal de justificar intervenciones militares disfrazadas de ayuda humanitaria que no tienen otro motivación que hacerse con algo tan preciado para nuestras economías como es el petróleo. Así ,en estos momentos, con el beneplácito de las naciones occidentales y del consejo de Seguridad de la ONU la flota del Pentágono, apoyada por unidades de la UE se despliega ante las costas de Libia para derrocar al ahora tirano. Y digo ahora porque hasta hace unos días nos regalaba caballos, invertía en nuestros clubs de futbol, asistiamos a sus fastuosas recepciones y éramos huéspedes reales en su suntuosa jaima. Como contrapartida se nos hacían pingues concesiones petroleras al mismo tiempo que llenábamos sus arsenales de ingente armamento con el que masacra a sus súbditos. Aparecen primicias en las páginas de nuestros periódicos : el ginecólogo libio, residente en Trípoli, confirma a un diario italiano que, alarmado por las noticias que escuchaba por la radio sobre terribles matanzas en el barrio de Fascilum en la ciudad de Trípoli, llamó por tfno. a su cuñado residente en la zona y éste le contestó desde una terraza de dicho barrio donde se encontraba tranquilamente tomándose un café. Fotos de fosas comunes dieron la vuelta al mundo en la portada de los periódicos. El periodista Italiano Bargawui Badri se acercó al barrio Tadjoura y no encontró nada. En un cementerio se realizaban las tareas habituales de limpieza de lápidas y traslado de restos. Este mismo periodista viajo hasta el aeropuerto militar de Trípoli para hacer la cobertura de la noticia que los medios occidentales habían difundido informando que había sido tomado por las tropas rebeldes. En el aeropuerto no había rastro de los sublevados. Eso si, estaba fuertemente vigilado por los militares. En esa misma semana el ministro de Asuntos Exteriores británico anunciaba que el coronel Gadafi había huido a Venezuela. Estas declaraciones fueron difundidas por todos los medios de comunicación sin contrastrar. La agencia EFE vertió la información de que corrían incesantes rumores de que el dictador y sus hijos habían sido asesinados por sus consejeros. El mismo día el odioso tirano salió en la televisión desmintiendo la noticia. Esta misma tarde una cadena de tv difundía una entrevista al líder libio en la que una de las preguntas que se le hacía era la de si utilizaría armas químicas contra los sublevados. ¿No les recuerda nada esto?. Mientras tanto en la oriental región Cirenaica, productora del 25 por ciento del petróleo que se extrae en este país, miles de trabajadores subsaharianos, vietnamitas, turcos y egipcios se amontonan despavoridos en las fronteras de la vecina Túnez huyendo de la masacre a que son sometidos por las tropas denominadas rebeldes, acusados de pertenecer a las milicias armadas del dictador. De esto se habla menos. Trabajadores emigrantes que acudieron en masa a la próspera región `para trabajar en las compañías occidentales explotadoras del petróleo de la zona. Según ACNUR más de 200 mil emigrantes se hacinan en los campamentos de la vecina nación en espera de ser repatriados sin apenas agua, comida, luz ni habitación. Es que el simpático y pintoresco coronel, al que agasajábamos cada vez que venía por nuestros lares, de la noche ya la mañana se ha convertido en un despreciable y despótico personaje al que hay que derrocar.¿ Es que el pilar de la política antiterrorista en el Magreb se ha transformado por arte de magia en un líder de la traza de Osama Bin Laden?. La mentira es deleznable y la guerra horrible. Pero ¿cómo podemos calificar a las mentiras que se dicen para hacer una guerra? Si en lugar de petróleo en este atribulado país hubiese alcachofas¿ tendría tanta importancia para los medios informativas que Gadafi fuese un tirano o una hermanita de la caridad? Abomino de las dictaduras de los Gadafi, Mubarak, Saddam Hussein o Franco, pero no menos de las dictaduras a que nos quiere someter la desinformación de estas democracias de los mercados. Y mientras tanto, ¿alguien sabe de lo que está pasando en Wisconsin?. j balaguer
LA DICTADURA DE LA INFORMACION
21 de marzo de 2011 a las 19:54
Padecemos con creciente virulencia una intolerable manipulación informativa por parte de todos los medios occidentales incluidos los de nuestro país , prensa, radio y televisión que tiene como fin impactar con una terapia de schock en la opinión pública para hacernos tragar carros y carretas y legitimar así cualquier verdad oficial que nuestro sistema se inventa para realizar guerras, provocar levantamientos, inventar revoluciones o lo que les venga en gana con tal de justificar intervenciones militares disfrazadas de ayuda humanitaria que no tienen otro motivación que hacerse con algo tan preciado para nuestras economías como es el petróleo. Así ,en estos momentos, con el beneplácito de las naciones occidentales y del consejo de Seguridad de la ONU la flota del Pentágono, apoyada por unidades de la UE se despliega ante las costas de Libia para derrocar al ahora tirano. Y digo ahora porque hasta hace unos días nos regalaba caballos, invertía en nuestros clubs de futbol, asistiamos a sus fastuosas recepciones y éramos huéspedes reales en su suntuosa jaima. Como contrapartida se nos hacían pingues concesiones petroleras al mismo tiempo que llenábamos sus arsenales de ingente armamento con el que masacra a sus súbditos. Aparecen primicias en las páginas de nuestros periódicos : el ginecólogo libio, residente en Trípoli, confirma a un diario italiano que, alarmado por las noticias que escuchaba por la radio sobre terribles matanzas en el barrio de Fascilum en la ciudad de Trípoli, llamó por tfno. a su cuñado residente en la zona y éste le contestó desde una terraza de dicho barrio donde se encontraba tranquilamente tomándose un café. Fotos de fosas comunes dieron la vuelta al mundo en la portada de los periódicos. El periodista Italiano Bargawui Badri se acercó al barrio Tadjoura y no encontró nada. En un cementerio se realizaban las tareas habituales de limpieza de lápidas y traslado de restos. Este mismo periodista viajo hasta el aeropuerto militar de Trípoli para hacer la cobertura de la noticia que los medios occidentales habían difundido informando que había sido tomado por las tropas rebeldes. En el aeropuerto no había rastro de los sublevados. Eso si, estaba fuertemente vigilado por los militares. En esa misma semana el ministro de Asuntos Exteriores británico anunciaba que el coronel Gadafi había huido a Venezuela. Estas declaraciones fueron difundidas por todos los medios de comunicación sin contrastrar. La agencia EFE vertió la información de que corrían incesantes rumores de que el dictador y sus hijos habían sido asesinados por sus consejeros. El mismo día el odioso tirano salió en la televisión desmintiendo la noticia. Esta misma tarde una cadena de tv difundía una entrevista al líder libio en la que una de las preguntas que se le hacía era la de si utilizaría armas químicas contra los sublevados. ¿No les recuerda nada esto?. Mientras tanto en la oriental región Cirenaica, productora del 25 por ciento del petróleo que se extrae en este país, miles de trabajadores subsaharianos, vietnamitas, turcos y egipcios se amontonan despavoridos en las fronteras de la vecina Túnez huyendo de la masacre a que son sometidos por las tropas denominadas rebeldes, acusados de pertenecer a las milicias armadas del dictador. De esto se habla menos. Trabajadores emigrantes que acudieron en masa a la próspera región `para trabajar en las compañías occidentales explotadoras del petróleo de la zona. Según ACNUR más de 200 mil emigrantes se hacinan en los campamentos de la vecina nación en espera de ser repatriados sin apenas agua, comida, luz ni habitación. Es que el simpático y pintoresco coronel, al que agasajábamos cada vez que venía por nuestros lares, de la noche ya la mañana se ha convertido en un despreciable y despótico personaje al que hay que derrocar.¿ Es que el pilar de la política antiterrorista en el Magreb se ha transformado por arte de magia en un líder de la traza de Osama Bin Laden?. La mentira es deleznable y la guerra horrible. Pero ¿cómo podemos calificar a las mentiras que se dicen para hacer una guerra? Si en lugar de petróleo en este atribulado país hubiese alcachofas¿ tendría tanta importancia para los medios informativas que Gadafi fuese un tirano o una hermanita de la caridad? Abomino de las dictaduras de los Gadafi, Mubarak, Saddam Hussein o Franco, pero no menos de las dictaduras a que nos quiere someter la desinformación de estas democracias de los mercados. Y mientras tanto, ¿alguien sabe de lo que está pasando en Wisconsin?. j balaguer
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