viernes, 23 de agosto de 2024

ESA SILLA VACIA



Esa inteligencia silenciosa de las buenas personas, no amiga de lisonjas ni de notoriedad, pero que deja una estela de amistad que hace difícil prenscindir durante tanto tiempo de su compañía. Por eso , pemíteme , querida amiga, utilizar esta red social que día tras día cuando entro en élla me invita a expresar lo que estoy pensando . Y lo que ocupa diariamente mi pensamiento es tu insoportable ausencia, la orfandad de tu presencia, la mesa vacía en la Café, el ladrido sin dueño de Ros, el silencio de la rueda desengrasada de tu silla, la falta de esa conversación enriquecedora para quien te escucha, interesada siempre por lo que pasa y lo que nos pasa en este tu pueblo de La isla. Como entiendo que no estás con sobrado humor para visitas a mi pesar no voy a visitarte y también a pesar de las muchísimas personas que desearían acompañarte aunque fuese un instante en tu lecho de enfermedad. Por eso desde esta red que me permite llegar a ti quiero dedicarte estas palabras para desearte un recuperación lo más rápida posible y la esperanza de tenerte muy pronto entre nosotros. Ya sabes , La Velilla ya está ahí y las navidades a la vuelta de la esquina, así que mucho ánimo y todo mi afecto. Gracias, Manoli, por darme la oportunidad de quererte .

IGNACIO ELLACURIA S.J.


Conocí a Ignacio Ellacuría allá por los años ochenta. Militaba yo por entonces en movimientos cristianos de base que organizában en la villa de Pravia algunas charlas con personajes significados de la teología de la liberación en un ambiente ya de libertad en nuestro pais pero que en algunos entornos molestaba todavía demasiada progresía. Cenó en mi casa, con algunos compañeros más de la izquierda praviana. Nos habló de una Iglesia comprometida con los derechos humanos que se deja invadir por el Espíritu renovador y que está atenta a los signos de los tiempos para convertirse en el cielo nuevo que necesitan el ser humano y la tierra nuevos(sic) denunció “la maldad intrínseca del sistema capitalista y la mentira ideológica de las apariencias democráticas que lo acompañan” Estos fueron los grandes desafíos a los que quiso responder con la palabra y la escritura, el compromiso político y la vivencia religiosa. Y lo pagó con su vidameses después en El Salvador a manos de los batallaones de la muerte del Gobierno de aquel pais. Hoy mismo y en TVE aparece Edmundo González, candidato a la presidencia de Venerzuela, llamando a tomar las calle de Caracas con violencia para defender la libertad. El mismo personaje que en aquellos años ochenta como agregado en la embajada de Venezuela en el Salvador era cómplice de aquellos escuadrones de la muerte que asesinaron a Ignacio con premeditación, nocturnidad y alevosía y a seis jesuitas y dos colaboradoras, madre e hija, Elba y Celina, esta de 15 años en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, de San Salvador (UCA).

LA CUADRILLA

Primero un todoterreno de la Consejería. Era un Suzuki pequeño , no tengo ningún problema para esquivarlo. Aunque la carretera es estrecha me deja espacio suficiente para que con mi habilidad sobre la bici podamos cruzarnos con relativo desahogo. Desde la espesura dos chalecos color butano avanzan hacia el asfalto. De alta gama son los tres siguiente cuatro por cuatro que me adelantan. Esta vez sin más espacio que la cuneta para no ser atropellado por uno de ellos, creo que el más torpe. A bordo de los coches rostros adustos de miradas impenetrables y severas escudriñan el bosque con avidez de muerte. Dos hombre más jóvenes aparecen de la fronda, los perros corren, saltan y ladran jadeantes y tensan las cuerdas que les atan a sus amos. Están sucios, gruñen y babean ; miran asustados,no les gusta lo que oyen. Alguien con voz autoritaria me ordena que circule con premura. LLeva una escopeta de dos cañones colgada del hombre y un rifle con mira telescópica en bandolera. Del bolso de su cazadora del mismo color butano sobresalen dos cananas con cartuchos matadores. El que camina a su lado, alto y desgarbado apunta con su carabina a algun lugar del bosque donde se oyen pasos , ruidos de ramas rotas y ladridos de canes. En la curva siguiente, a unos doscientos metros la carretera está cortada . Ford Ranger, Tooyota Land Cruiser, Isuzu, Lexus, es lo que leo en sus brillantes capós, no entiendo de marcas pero ahora si la gama alta se ha disparado. Más chalecos de camuflaje, rifles de uno y de dos cañones, canes rugiendo por conseguir no se... algo de carne, si. El pobre venado está tendido sin vida a un lado del camino. Sus ojos asustados me hacen creer que aun tiene un halito de vida para soportar en silencio el desgarro producido por las dentelladas y la vejación de una lucha por la vida tan desigual . Los hombre hablan y fuman humeantes puros, rien y se dan palmadas en la espalda. Uno de ellos,. parece el lider, recibe los parabienes. Su escopeta ha cobrado la pieza y orgulloso recogerá la cornamenta para exhibirla en algún lugar privilegiado de su mansión donde su esposa y sus pequeños hijos exclamarán entusiasmados: ¡que grande eres papi!

miércoles, 15 de mayo de 2024

EL LEÑERO (SONETO)












Hay cosas que se aprenden al instante
si la necesidad te pone en un aprieto, 
la leña mojada arde muy lento 
construir un leñero es apremiante. 

Y nada se me pone por delante 
aunque jamás una madero he serruchado 
pero gracias a mi vecino de al lado 
dispongo de maestro y ayudante 

Dos palés, un martillo y cuatro puntas 
la pericia de mi amigo, esto está hecho, 
Procura que las tablas queden juntas 

Y en eso Luis que es un experto 
poco a poco el leñero va quedando 
Y lo bien que lo pasamos, por cierto.

sábado, 29 de julio de 2023

EL FASTUOSO RUIDO ENSORDECEDOR DE LA MUERTE

 

Conocí a Radi en la embajada de Jordania en Madrid. Era un beduino alto y fornido que inspiraba confianza con su rostro siempre sonriente y sus ademanes amistosos y pausados. Me recomendó que visitase a su primo oficial del ejército destinado en el puesto fronterizo de Akaba, hermosa ciudad en la costa del mar Rojo a la que habíamos arribado después de unas jornadas agotadoras atravesando el desierto de Wadi-Rum. En las oficinas donde ejercía de comandante el pariente alauita de mi amigo conseguimos con suma facilidad los visados para entrar en Egipto donde deberíamos continuar la ruta cicloturista hasta El Cairo atravesando la península del Sinai siguiendo las huellas marcadas por Lawrence de Arabia. Disfrutamos de la tarde paseando por la preciosa ciudad turística a la deliciosa sombra de sus interminables palmerales acompañados siempre por Hasan del que nos despedimos después de compartir cena y posterior tertulia. Nos contó que unos años, durante la guerra del Yon Kippu,r los israelíes lanzaron una ofensiva por tierra mar y aire sobre el enclave estratégico que constituía la ciudad de akaba , puerta de entrada a las dos naciones árabes aliadas. Los intensos bombardeos obligaron a los habitantes a huir a las montañas. Entre ellos sus padres y dos hermanos de corta edad. Sucedió que tres aviones de combate mirage judío entraron en el espacio aéreo a muy baja altura provocando un ruido atronador que sembró el pánico entre la gente. Presos del pánico abandonaron la humilde vivienda para refugiarse en una cueva aledaña donde permanecieron hasta que cesó el bombardeo. Cuando se hizo el silencio el padre ordenó a uno de los hijos salir al exterior para confirmar que todo estaba ya en calma. El pequeño en lugar de obedecer miro a su progenitor con los ojos muy abiertos humedecidos por las lágrimas; un hilillo de sangre se deslizaba por su cuello desde cada uno de sus oídos. No podía oír. El otro niño si escucho el silencio que sigue a la matanza, solo el piar de algún pájaro y salió a campo abierto en el momento que un missil procedente de uno de los mirage que regresaba a su base impacto a la entrada de la cueva destruyendo en mil pedazos la inocencia de aquel cuerpecito.
Ayer estuvo en Gijón invitado por un amigo común que hace las prácticas como mir en Cabueñes. Paseando por el muro de la playa se desvaneció ante la mirada atónita de su esposa que mirando al cielo maldecía la música de muerte de una partitura que componían en el aire dos euroffigther de última generación, de precio desorbitado y de nula utilidad para un país que solo quiere la paz
Puede ser una imagen de aeronave
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Alejandro de Ancos

ASI QUE PASEN OCHENTA Y OCHO AÑOS

En algún lugar del camino llegará un día, Federico, en el que alguien pueda depositar una rosa roja sobre tu tumba y por fin la deuda quedar...